martes, 31 de julio de 2012


Siento una gran pena por nosotros. Por todos y cada uno de los que respiran este aire enrarecido y que está caliente aun cuando lo transformamos en frio. Todos deseamos abrir los orificios nasales y hacer eso que nos es tan propio, respirar y nos da igual si en el momento el preciado gas está cargado de aromas o de gérmenes infectos. No te lo planteas, porque no puedes. Me enfada vernos siempre tan necesitados. Nunca he conocido un súper hombre que no necesitase hacer eso que nos iguala, respirar. Aun así también para esto hay clases. Respira mejor el que vive en la naturaleza, respira más el que tiene buenos pulmones...
Hay cosas que olvidamos de tan entretenidos que estamos con las circunstancias. Nos guste o no tenemos una vida atareada y no solo en el respirar. Hay cosas que hacemos sin pensar, la mayoría; aprendemos un día como se hace, qué debemos sentir y cuanto hay que valorar lo que sea y se instala esa razón dentro, muy dentro. Veo que nos pasamos el día buscando sillas a las que aferrarnos, si nos hemos de sentar que sea alto, que sea cómodo y esté bien decorado para la foto. Todo eso en cuestión de segundos, sin pensarlo mucho, porque tiempo atrás decidimos como debíamos de hacerlo. Echo de menos la época en la que sin aprender pensaba en la utilidad de una acera como banco enorme donde todos están a la misma altura. Un banco, silla, taburete, sofá listo para cuando estás cansado o quieres reposar.
Si hubiese vivido en el campo donde no hay aceras, me hubiese sentado en una piedra o simplemente en la tierra, pero aquí, entre nuestro avance social, casi no quedan trocitos verdes o marrones donde posarse uno. ¿Cuándo dejé que me enseñaran? ¿Cuándo fue la primera vez que me resultó más práctico avanzar por los caminos que otros me señalaban? Seguramente fue el mismo día, el mismo instante que busqué una silla y no deje que mi culo se aposentara en el bordillo de una acera cualquiera.
Cuanto mayor me hago más lejanos veo los adoquines, ahora solo quiero sillas donde ya todo está pensado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.