Hoy ni soy de deporte, ni de incendios. Hoy soy una más que sorbe los mocos por la emoción, como muchos. Unos andarán con un triunfo por montera y harán de este lunes un día de esos con mala fama. "No se te ocurra ponerte malo el lunes" o tener que llevar el coche al taller, llamar a los obreros, hacer papeles en la administración... porque todos saben, que es vieja la escuela, que el fútbol de domingo mata el trabajo del lunes. Por unas horas todo tiene menos sentido, nos hemos juntado y la felicidad ha llamado a la puerta ¿cómo no abrir? Ellos juegan por dinero y nosotros disfrutamos por pasión, pero la más grande de las pasiones no hace que un fuego se apague.

La pasión no tiene otra que ponerse una camiseta o pintarse la cara con los colores de tu bandera. Qué nos quieren hacer la puñeta desde el resto de Europa... qué nos la hagan ¡somos campeones! Qué nos suben lo básico... qué lo suban ¡pá chulos, nosotros! Qué se quema medio país... ¡ya volverá a crecer!

Es costumbre el uso del refranero y si a perro viejo todo son pulgas, ayer le pusimos un collar rojo para que se vea de lejos. Este perro llora por los rincones y de tanto que se calienta se quema. Escuchaba los cohetes y los gritos emocionados y pensaba en que nunca escucho algo similar para la queja y la lucha, para que las pulgas se vayan y podamos volver a ser solo eso, un país viejo y feliz.

EL PAÍS ARDE... DE EMOCIÓN Y DE PENA.