De haber sido americanos nuestros hijos habrían nacido con
el deseo de futuro resuelto. Ellos creen, porque se lo dicen en todas las
películas, que cualquiera en USA puede llegar a ser presidente. Las gentes de
color lo dudaban y también hubo pelis que lo afirmaban, incluso ahora mismo
tienen uno así. Si la cosa continua solo falta el que se siente dueño del mundo
y el extraterrestre; estas dos opciones puede ser que se diesen pero no nos lo
han contado.
Lo dicho, esos niños se sienten bien desde que son
pequeñitos y muchos estudian con esta premisa… igual que los nuestros. Creo
recordar que en todos los años que tengo, que son muchos, solo he escuchado a
un joven decir que quería llegar a ser el alcalde del pueblo, y lo tenía bien
claro, primero acabar una carrera de derecho y luego entrar a trabajar en la
Caja de Ahorros que lleva nuestro nombre. Es curioso como ya en los años
ochenta eso de los bancos daba pie a pensar en tener poder. Han pasado muchos
años y creo que solo era un toque por la edad, porque no lo veo sentado en la
poltrona. Nunca he escuchado a ningún padre que anime a los hijos a estudiar
para este oficio, nunca. Les he oído decir que sean futbolistas o
mierdapersonas para salir en la tele, pero animarles a estudiar algo que ayude
al mundo a avanzar… a lo mejor esto solo pasa en la intimidad familiar y por
esto no tengo noticias. Los críos siguen queriendo ser… ¿qué quieren ser ahora
los niños? Se ha terminado la carrera popular de los astronautas, que la NASA
anda precaria y cualquier día hace un ERE; si de policías se trata, malo, que
con las últimas incursiones entre los manifestantes no se están haciendo buena
fama. ¿Bomberos? Esos siempre son queridos pero con estos incendios tan
destructivos da un poco de miedo. Para las demás profesiones típicas de niño
tampoco andan las cosas bien. ¿Azafata? Ahora los chavales ya han viajado en
Ryanair y saben que solo son camareros a jornada completa, sin bonitos
uniformes ni nada; los dedicados a la salud no tienen muy buenas vistas y
tampoco anda la cosa como para meter tantos años de estudio. Ni religioso con expectativas
a que dios te deje una silla a su vera. Ni siquiera ser obrero de la construcción
o trabajador del campo tiene perspectivas económicas… qué mal.
Les decíamos a nuestros infantes que fuesen buenas personas,
pero esto ya ha quedado claro que no da de comer. Seas lo que seas tendrás
muchas posibilidades de ser un parado más y tal y como están las cosas solo se
puede ser uno que calla y hace lo que puede. Muy mal. Ser honrado, bueno en
alguna de las ramas del trabajo, entusiasta del arte o lo que sea que mejore la
sociedad, está en desuso. Ahora les decimos que la familia ya no importa tanto,
no sea que en lo mejor de la vida tengan que emigrar para poder comer y tampoco
es imprescindible tener estudios para esto porque los padres de ahora son hijos
de aquellos que hicieron eso y bien saben de qué va ser buscador de fortuna,
emigrante.
Qué mal y qué asco. Y el caso es que ser presidente tampoco
es tan difícil, solo tienes que estar al lado de los que ganan ahora sí, ahora
no. Ir trepando poco a poco entre bambalinas y trabajar duro en los mítines,
ser la mano derecha de alguien o su esclavo te permitirá avanzar. Luego meterte
en los bajos fondos, como un mafioso más y a la que miren, te pones delante y sonríes…
a lo mejor así puedes llegar a conseguirlo. Total ahora, en este país ser
presidente no te da valía, no se habla de ti como si de un semidiós se tratase,
eres un futbolista de cuarta y un cronista de tercera. Te insultaran igual que
al árbitro pero eso viene con el puesto.
Niño, no seas bobo, apuesta alto, hazte banquero, político o
futbolista… lo demás solo son paparruchas.
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