lunes, 2 de julio de 2012


Hay cartelitos por el face que me hacen refunfuñar, otros reír o cuanto menos sonreír y algunos directamente me aburren. Unos pocos me hacen pensar, este es uno de esos. Lo he visto y seguramente a todos los que son fotógrafos les ha dado un subidón de estima; a los guitarristas algo les habrá tocado también. A mí... me hace pensar.
En el muro que lo he visto tenía algo así como 974 veces que se ha compartido, con lo cual me dice que muchos están de acuerdo con esta apreciación y puede ser que la defiendan. Les supongo fotógrafos y además profesionales del ramo. Yo también lo he tomado prestado y saco mis propias conclusiones.
Me gustan las fotos, mucho y en muchos casos más que la pintura; quizás sea por aquello del retener la vida en un plano instante o porque me da pie a mirar como si fuese una ventana donde asomarse a un tiempo pasado. La fotografía siempre es un pasado, siempre un recuerdo de la vida. Me gusta hacer fotos, por lo de retener y guardar mejor que en mi pobre memoria y ahora que puedo, que tengo una pequeña pero maja cámara, mucho mejor.
No, no me considero una profesional pero después de los cientos de miles de fotografías que he hecho en estos últimos años creo que he descubierto algunas cosas curiosas. No sé porque no le han hecho un día especial a la cámara digital, no sé porque no le dedican una calle si la máquina nos ha acercado a eso que nos gusta, a eso que ahora nos resulta tan fácil y tan económico.
Gracias a internet veo mil álbumes de profesionales y de aficionados y si bien es fácil distinguir, en la mayoría de los casos, las instantáneas hechas por los primeros tengo que decir que muchos que no lo son hacen maravillosas tomas y en su contra diré que los "titulados" no siempre tienen ese toque de originalidad, de espontaneidad que se esperaba. Se quejan de que ahora cualquiera se siente fotógrafo... y? ah! no lo somos porque no cobramos por ello? o porque no hicimos un curso? o?
Cómo no sentir el placer de captar... Es lo suyo que nuestras imágenes no tengan una calidad increíble, tampoco tenemos unos cacharros excepcionales, funcionamos con lo que nos toca y aun así tampoco son tan malas.
Todos los profesionales se quejan por el intrusismo, todos, así es la vida, el que no corre vuela y en este planeta el más tonto hace relojes con la maquinaria de madera. No solo es uno el que se etiqueta como algo, a veces son los resultados los que te dan valía.  En eso estamos todos de acuerdo, creo yo. No es la guitarra la que hace la música, pero con una buena, una de esas que sacan un bello sonido es posible que la canción nos guste más. 

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