Estaba escribiendo sobre mis vacaciones… no es que me vaya a
ningún lado, no es que deje lo cotidiano, es que en muchas ocasiones pienso que
el grano de arena que soy no hace mella en ningún culo. Sé que nadie nos puede
hacer cambiar si no lo tenemos claro, si no vemos las orejas al lobo, a la
sociedad que nos rodea que discrimina tanto. Uno puede ser, puede ir por la
vida poniendo frases emotivas o de conciencia social en el muro o en la
camiseta que usemos, pero de nada sirven si el receptor poco puede hacer y el
que podría jamás abrirá los ojos a nuestro paso.
Me he dado cuenta de que solo una buena campaña publicitaria
hace que la chispa de la vida sea blanca y roja, como la cola, y que a base de
mensajes amenazadores, casi de secta satánica tomes bífidus. Veo que un GPS nos
da más confianza que un buen libro y que ya no sabemos hablar si no es con un móvil
de por medio. Nos gusta sentirnos periodistas de lo que nos rodea, siempre con
la verdad por delante, aun cuando está, la verdad no es única, ni verdadera,
porque siempre tiene tintes personales y solo la contrasta nuestra emoción, la momentánea,
la que no nos deja indiferentes. Hacer esto, ser comunicador es ahora sencillo,
solo tienes que escribir, fotografiar, copiar y pegar… solo tienes que
compartir pensando que tu parecer es como el de otros y no es cierto. Eso es
acomodar el parecer al de otro, incluso en esto también hay empatía.
He visto este clip y he pensado en la de veces que nos
enfadamos porque no queremos perder algo de nuestro estatus, la de veces que me
siento mal si tengo que compartir un… no sé, cualquier cosa que haya que
compartir con gentes que no conozco. Me aterra esa sensación de masa que no
puedo controlar y me deja escondida en casa como una hormiga reina que piensa
nunca subirá la marea e inundará mi pequeño paraíso. Tengo una mente cansada de
tanto usarla mal y una objetividad sesgada de tanto ponerle corazón, pero esto
no me deja ciega, no me deja indiferente, como no lo hace con ninguno; se ve
que necesito una buena campaña que toque mi fibra sin bífidus. Aquí está una de
las bandas sonoras que se puede poner como fondo; un muchacho que tuvo la mayor
de las suertes en la desgracia. Su vida no es única, millones de personas en
este momento, ahora, están sufriendo porque otras hacen mal y otras muchas lo
permiten. Pondremos carteles con mensajes, nos juntaremos a las puertas,
caminaremos juntos o dispersos pero si algo debemos ser es listos. Pensemos que
somos únicos, que tenemos en nuestras manos el mayor de los tesoros… no es
nuestra vida, es la vida de los demás; muchas mentes buscando una solución no
deberían equivocarse.
Nota: No volver a odiar porque no sirve para nada.
De vernos, el mismísimo Lennon lloraría. Un clip emotivo, triste y esperanzador a la vez.
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