miércoles, 15 de agosto de 2012


Estaba ojeando este artículo de las mariposas mutantes y juro que ha entrado una por el balcón. De tan mutada que estaba había perdido su natural compostura, tenía las alas desproporcionadas, ya no parecía una figura del test de Rorschach, ahora me venía a la cabeza más un dibujo infantil que esa particularidad suya, la asimetría. También me he fijado que los ojos no estaban en su lugar y tenían unas largas pestañas llenas de un emplaste oscuro y aceitoso. El cuerpo que pretendía ser estilizado se ha convertido en un cúmulo de michelines de gran tamaño, he creído ver un hermoso culo segmentado por un tanga de color fresa.
En un primer momento me he asustado, no es época de mariposas, casi todas murieron ya por el excesivo calor y esta realmente no parecía una de ellas. Le he preguntado por su nombre y no ha querido contestar, en esto no han mutado tanto, siguen hablando tan bajito que no hay quien las entienda. Como se ha posado cerca del ordenador y he visto que una de sus patas tenía algo similar a una clavija la he cogido con sumo cuidado e introducido en el USB del portátil. Ni que decir tiene que me he manchado con ese polvillo característico que siempre se pega cuando las tocas, otro punto más para reconocer que era una mariposa, por muy mutada que esté. Enseguida he ido a lavarme eso, porque tenía trazas de ser algo infectante al punto; mirándolo bien y con detenimiento, la mancha casi era reconocible, un símbolo matemático de uso común, un código QR, sin duda.
Ya se ha abierto la cosa esa donde dice que se ha encontrado un nuevo dispositivo y que si quería ver los archivos… ¿para qué? No quiero ver nada, quería disfrutar de una mariposa perdida en mi casa y ahora tengo algo que con suerte solo contiene virus informáticos que me destrozaran la memoria… ya no recuerdo como eran las mariposas cuando de pequeña solo quería atravesarlas con un alfiler, poder retenerlas para siempre.
Solo ha pasado un par de horas y tengo colores difusos en la cara y en la espalda siento como si me estuviesen saliendo alas. Lo que más me preocupa es saber que ahora la que muta, soy yo y a lo mejor hay un niño estúpido que me quiere atravesar con una espada de alfiler…
¿Quién dijo que lo nuclear era malo?   
MUTACIONES EN LAS MARIPOSAS DE JAPÓN...

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