viernes, 3 de agosto de 2012


Hace unos días un médico sacaba a la luz un invento apoteosico. Una especie de funda para la vagina femenina qué teniendo unas partes dentadas, el que lo mete, dolorosamente no lo sacará. Me alegro por esto, ojala se regalase tanto como los
 preservativos. Más en países de esos donde la mujer es solo un agujero, un objeto al que humillar, sin rango de persona. 
 PARA VER EL INVENTO DE ESTA GRAN DOCTORA
Lo siento, me he ido a otro mundo... ¿a otro? no, sigo en este. No es un mundo donde nos violen abiertamente, ni siquiera por los agujeros correspondientes, es un mundo donde la violación a nuestra salud, a nuestra integridad, está a la orden del día. Me encantaría tener una cosa parecida al invento contra los violadores. Algo que a todos estos que por dinero (iba a decir poder, pero andan en compañía y no circulan el uno sin el otro) esos que nos la meten doblada, que nos envenenan poco a poco, con el beneplácito de los gobernantes, que si mal no recuerdo estaban al cargo de velar para que estos atropellos no ocurran y no solo esto, para que castiguen a los causantes y no vuelva a ocurrir. 
Nos gusta saber que es lo que comemos, no queremos engaños, no queremos palabras raras que no nos dicen nada y mucho menos hacer que las usadas, las referencias, sean engañosas. 
¿Cómo vamos a creer en lo que ustedes nos digan si todo son falsedades? ¿Solo en esto nos están envenenando? 
BUEN ARTICULO SOBRE EL ACEITE DE OLIVA Y EL ENGAÑO... by Paco Nadal en su blog de El País.



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