Buscaba algo que diese gusto... que si un vídeo bonito, que si una canción maja...
No sé, un divertimento, que no son horas para pensar mucho.
Y lo he visto al descuido. Me he emocionado porque siempre
he pensado que las plantas tenían su aquel, me pareció que ellas también
sienten y tienen, ¿por qué no? pensamientos, cavilaciones, impulsos o pulsos...
Lo sé porque un día me quedé dormida en un campito, una siesta de esas gustosa
a la sombra de un pino. A la que me desperté pensé seguía dormida y soñando.
Unas pequeñas plantas de color verde claro estaban enroscándose a mi dedo
meñique del pie izquierdo. Supe que la verdosa lo que quería era acercarse un
poco a mí y probar cual es mi sabor. Esto lo noté después, al rascarme los
pequeños volcanes que ella había hecho al succionarme.
Desde entonces no miro igual a los vegetarianos. Pobres
inocentes que piensan que las plantas no tienen los mismos derechos que los
animales; por eso se comen las verduras, con tanta alegría.
Ya me parecía a mi mal eso de tener tanto "orgullo de
herbívoro" no era muy normal. No me meto con lo que cada uno come o deja
de comer, allá él con su circunstancia y su hambre, pero me molesta sobre
manera esa mirada que se les pone cuando una hace una alabanza, por muy mínima
que sea a los dones de la comida "normal", sean de monte o de mar.
Puestos a mirar desde otro punto de vista, para un león tengo que ser una pieza
sosa, sin mucho que sacar, con sabor a ajo.
Qué sí, que ellas piensan, ahora a ver cuando nos entendemos
y les preguntamos qué opinan… Mañana roasted Stone…
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