Reciclar papel tiene sus ventajas. Puedes hacer todo tipo de apaños con los periódicos viejos, revistas o reutilizar las cajas; cuestión de gustos y de visitar las buenas páginas que hay en la red. Otra de las ventajas que tiene el ser reciclador es que al ir al contenedor puedes encontrar revistas, mucho más actuales que en la pelu o en el dentista. Como no suelo ser consumidora de esto, las miro curiosa, siempre son una sorpresa. Las comparo con las revistas de hace cincuenta años y tienen la misma "gracia" sinsorga de siempre, esa que sé a mi abuela le hacía pasar buenos ratos. Que si está se ha casado, que aquel, nos enseña su casa la marquesa, que si la puesta de largo de fulanita o la mala suerte de menganito; de todo menos cordura y es que a veces pienso que esto es casi necesario... a menos que te lo creas. Veo la filosofía trascendente de los famosos, de los que sin serlo, lo son, solo por dinero y que pertenecen a esa "clase", a esa casta que la mayoría de los que compran estas revistas no accederán jamás. Leo y lo pongo en mayúsculas porque no tiene desperdicio: " ...PORQUE PARA MÍ IR SIN JOYAS ES COMO PONER UNA MESA SIN FLORES, ¡UNA SOSERÍA!"
Me sorprendo porque nunca en mi vida he usado joyas, ni falta que nos hace y en la mesa mis flores son las ensaladas que brillan con natural luz. Pienso en lo sosa que era mi abuela o millones de mujeres que valoran un plato en la mesa como si fuese la más valiosa joya.