martes, 9 de octubre de 2012


Veo esta noticia y siento un asco… No entiendo muy bien a que se refiere la sentencia, imagino que está hecha por un tipo, no me atrevo a llamarle hombre, porque entonces mi cabreo sube de grado; hizo algo que dice mucho de él como persona. Me dice que no es mujer. Digo mujer porque es a nosotras a quienes este tipo de cosas nos pasan con más asiduidad. Muchas podrían contar que se han encontrado en situaciones similares, seguramente el tipo que teníamos por jefe supo parar, o la implicada poner pies en polvorosa.
Si por casualidad te encuentras con un problema así, un jefe que te está todo el tiempo avasallando con aires sexuales, tienes pocas opciones: Aguantas y no cedes, renuncias a tu trabajo, denuncias ante la justicia o cedes. Y… Como veis he dejado el último recurso para el final porque no creo que sea muy legal.
Aguantas y no cedes, con lo cual tienes que estar trabajando con mil ojos, siempre buscando la complicidad de la masa para que no se pase el Cabrón (a partir de ahora cuando me refiera a un tipo de estos voy a usar esta palabra) y trabajar así se convierte en un suplicio. En esta forma, él gana, en el fondo disfruta mucho de esta situación, tanto si te resistes, como si no.
Renuncias a tu trabajo, con lo cual te sientes frustrada, sin culpa alguna y hoy en día casi es peor; cuando vayas al Inem a decir que buscas un empleo porque perdiste el que tenías a causa de que el Cabrón de tu jefe te amargaba la vida ya que no sabía lo que era un NO, pondrán caras, y a lo mejor encuentras un cabroncete que haga hasta chistecillos con el tema. Tranquila, lo primero es lo primero y tú no tienes culpa alguna. Nos encontramos muchas veces con estas situaciones, reírse de algunas circunstancias sexuales es cosa de la educación, poco a poco vamos recuperando un respeto que casi no tuvimos, pero que tendremos algun día.
Denuncias a la justicia y puede pasar de todo. Que des con un juez que sea de esos que recuerdan que tienen madres, esposas o hijas y que cualquiera puede encontrarse en una situación así, que no deja de ser una extorsión, un abuso… pero claro, también puedes dar con alguno que no vea el problema. Si no lo ve es que es un cabrón como el otro y que cada vez que ve a una mujer a la que le gustaría acercarse, cambia su normal pensamiento asertivo y se coloca en ese que les hace decir cosas como: “La ley, como a las mujeres, esta para violarla” y a la que vamos lo intentan a todas horas, con la ley y con nosotras. La sentencia no será a tu favor, quedaras como una estúpida que no aguanta nada. Una imbécil que no sabe distinguir una violación en un callejón oscuro a un sobeteo, un beso furtivo, un tocar el culo, un soy tu jefe… pobre mujer, ¿lo mismo pensaba que el susodicho Cabrón quería casarse con ella?
A veces eso no es un suplicio, a veces puede darse el caso de que la mujer acepte el juego… siendo libremente… solo un apunte un poco cargado de tristeza. A mí no me parece mal que la gente juegue con las perversiones, para eso están para dar morbo a las relaciones y que podamos sacarles más partido, al final el sexo está para disfrutar… vale! Pero siempre que sea aceptado por las partes, que se inicie con una puesta en escena donde las sorpresas no hagan que alguno de ellos se sienta mal, miserable… esto no tiene nada que ver con el sexo.
Este es el final y aquí entra mi último recurso. Como lo que voy a decir no es del todo legal, bueno, es ilegal del todo, lo voy a contar con una de esas que usan los cristianos… Parábola de la cucaracha.
He descubierto una cucaracha en el trabajo, es mucho más grande y poderosa de las que habían visto hasta ahora y da mucho asco. Se pasea por encima de las cosas como si fuesen suyas y a veces consigue que los empleados no pasen por donde quieren. Ella se sabía dueña y señora, le daba igual que estuvieses en un reunión, con un cliente o mirando el correo, allí aparecía por entre las patas, rozándote, insinuando que sabía de tu miedo… Esas veces que abriste una carpeta y allí estaba mirándote lasciva… Un día no pudiste más y empezaste a imaginar soluciones para esto, ya le habías avisado: “eso no se hace”, pero ella erre que erre. Pensaste en dos opciones: darle un pisotón y terminar el asunto o… o utilizar una cosa de esas que matan los bichos lentamente, esas trampas que lo dejan al descubierto, que rompen con la monotonía y te hacen sentir mejor… Quedó al descubierto, todos pudieron ver que te estaba haciendo, lo grabaste y ya es trending topics o uno de los clips más visitados. Todas las cucarachas quedan avisadas…  
Copio y pego: “Dar palmadas en las nalgas, dar un beso en la oreja, abrazar, dar un beso en los labios, acariciar la pierna o el pelo (...) no implican la proposición de ninguna relación sexual, sino que suponen la realización de actos de contenido sexual”

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