viernes, 19 de octubre de 2012


Ayer se nos fue un mito erótico de la antigüedad… He pensado que la antigüedad debe ser eso que pasa a la región del olvido, quizás no tenga muchos años, pero la sociedad corre tanto que aparcados quedan muchas de las inquietudes que por un momento, un instante en la edad del mundo, se instaló a nuestro lado. Uno de estos personajes fue esta mujer, Sylvia Kristel, una muchacha bonita que dio alegría a los cuerpos de una época donde el cuerpo empezaba a cantar con música de libertad. En los setenta apareció como un refresco del que todos querían beber, un lujo con que poder soñar y ella lo alimentaba divinamente. ¿Quién no se ha sentado en una de esas sillas, únicamente pensando en Emmanuelle? Recuerdo haber leído el libro y como novela erótica es una más, pero como película, fue excepcional. No sé si la fotografía o los diálogos eran esto, pero en sí, se hizo algo que representaba la libertad, aunque fuese sexual, esa que en este país tanto nos ha costado ver.
Emmanuelle, no solo es una película y una muchacha libre, es un ir a escondidas a disfrutar, un cotilleo de bar sin niños delante y seguramente fue un poco de santo morbo en las camas de muchos españoles.
Por unos años fue la imagen hasta que un cruce de piernas lo desbancó y quedó en eso, en la antigüedad del recuerdo.
Aquí paso la canción por excelencia, que era la banda original de la película.
Canción original de Pierre Bachelet - Emmanuelle

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