Sin ser yo nada de eso... lo entiendo.
Imagino al artista de pequeño, siendo un infante con pocos,
o ningún amigo; seguramente ya tiene ciertas tendencias que le hacen un tanto
diferente a los demás niños, quizás no sea del todo culpa suya, por lo general los
veo como entes descolocados. Sus padres suelen ser “normales”, con la premisa
de querer serlo, sin mayores aspavientos, con la necesidad de progresar normal
que tienen todos los jóvenes adultos. Es posible que se pase el tiempo haciendo
dos cosas: preguntando y recreando las respuestas. Por lo general, las
preguntas suelen ser proporcionales a las respuestas, a más complicación en
ellas, más simples son. Buscaran en la genealogía alguna diferencia con lo
normal, algún familiar que se le aproxime, bien por excéntrico, listo o
aventurero y cambiará toda la información hasta darle el punto deseado. Así pues
un niño que nace artista, tendrá algunos ascendientes que ya lo eran, que se
les intuía como los puntos altos de la familia, incluso después de ser
ingresados o encarcelados. Lo mejor suele ser los familiares que desaparecieron
en combate, bien por una de esas guerras que pillan cada equis años o bien
porque salieron a por tabaco y a pesar de no fumar, nunca regresaron. Estos son
los mejores, se les insulta, se comenta donde pueden estar y que fue de ellos,
dando mucho juego para un niño artista.
Es normal que en todas las familias siempre haya algún otro “artista”
con mayor o menor fortuna. Desde aquella tía lejana que era considerada “de
vida alegre” y que por consenso familiar se le adjudicaba una vida de… pongamos
bailarina con amantes, a la de un bisabuelo que en vez de ser emigrante se
convirtió en aventurero; viajo de un punto a otro del país persiguiendo una
quimera, comer, para lo cual hizo cientos de trabajos, incluida esa vez que
estuvo trabajando como ayudante de domador en un circo de mala muerte. Los
leones eran tan peligrosos como gatos muertos de hambre y él solo limpiaba la
pista y montaba las jaulas, pero la palabra “circo” tiene connotaciones afines
con el alma de un artista, más siendo niño, así que esto es una buena noticia.
A veces, de no tener mayores referencias se echa mano de los
vecinos o los que pasaron cerca, pero nunca serán lo suficientemente
importantes, ni como de la familia.
El niño artista se pasa muchos ratos solo, muchos hablando
con una única persona, él y esto puede retorcer la mente más correcta. Los
progenitores y hermanos se preocupan, pero ante tanta rareza se unen para
cortar por lo sano, bien enviando al chiquillo a un reformatorio, aunque se
llamen internado o una escuela militar, no sin antes haberle machacado por la
parte sentimental todo lo que podían. Crece en un entorno negativo, desposeído de
toda lógica abstracta y cargado de resentimiento, no por su parte, más bien por
todos los demás. No pueden soportar que uno del grupo salga del tiesto y cree
sus propias flores. Por lo general estas biografías tienen un impasse lleno de
granos y amor desolado que culmina con dos puntos que bien pueden estar
alejados uno de otro, sin remedio. O reconduce su pasión (a esta edad se llama
pasión al arte descubriendo la música, la plástica o la poesía) o se integra en
la mediocridad de la vida, que siempre es mediocre desde su punto de vista tan
lejano de la norma.
Es posible que en ese camino el creador haya sufrido retortijones morales y de tener suerte no termine siendo adicto a cualquier
tipo de droga o en la cárcel pagando por algo que no le pertenece. Algo que les
marca, suelen ser idiotas, rematadamente desastrosos con la vida real.
Las explosiones interiores no se pueden controlar, el joven
hombre sentirá que el sexo se mezcla con la creatividad y de no ser por las
normas, las formas, no se podrá controlar el estallido. Pobres artistas los que
lo intentan, mueren pronto, con las entrañas carcomidas ya que por mucho que se
diga, esa lava no se puede contener. Si por una de aquellas ha ido probando que
era aquello que le venía a medida, caerá en la desesperación, es costoso darse
cuenta de que no siempre uno está hecho, tiene aptitudes para alguna rama de
las artes, incluso puede darse el caso de que ninguna le sea propicia y sí una
mezcla de todas juntas o las diferentes ramificaciones que tienen, como sería
dedicarse a la crítica, a la decoración o la fotografía. Se puede ser un
artista sin brazos, sin ojos, pero no sin alma y cuando esta está revuelta es
muy posible que te califiquen de loco. Ten cuidado con tus hijos, tan malo es
no darse cuenta de que es un niño especial, como querer tener uno y enseñarlo a
los amigos. Ninguno de los dos casos soportaran la presión y es posible que se
encuentren en la misma habitación acolchada, pero no se tengan nada que decir…
salvo que se den cuenta de que el uno, no puede vivir sin el otro, la creación
es cosa de dos, el loco que mira y el loco que hace posible que mirar.
http://www.tendencias21.net/Un-estudio-a-gran-escala-confirma-el-vinculo-entre-la-creatividad-y-los-trastornos-mentales_a13714.html
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