lunes, 22 de octubre de 2012


No quiero que me conozcan por esto, ni por otro montón de cosas que hacemos en este país.
Así en rápido os comento: Es un documental donde una persona explica la experiencia que ha tenido al ir a una de estas seudo cacerías o un tiro pichón. Hace una descripción de como en vez de usar los clásicos "platos" se estaban tirando perdices. Perdices vivas, jovencitas, lo justo para entrar en los lanzadores. Explica como los pobres bichos salían tocados por el lanzamiento y que los cazadores, en familia se aposentaban para tirar con la escopeta. Recalca que es cosa de padres e hijos en comandita.
Cuenta como las aves eran abatidas sin la más mínima posibilidad de salvarse, ya que o bien salían ya heridas o bien se las mataba o hería más en vuelo. Dice que el suelo, y lo muestra, estaba alfombrado de ellas y que se retorcían, aun vivas, esperando la muerte que no llegaba, ya que nadie las recogía.
Es evidente que no todos los españoles estamos gustosos de este tipo de matanzas, ni cabras como payasos, ni toros reventados... nosotros no somos así. Pero lo permitimos, como permitimos otro montón de cosas que nos parecen normales y son realmente bestias o hirientes, ya no solo para los animales, también para los vecinos. Cuenta que los ayuntamientos están de acuerdo con esto, que son tradiciones que se subvencionan... no creo que pase eso, los propios cazadores lo hacen, pero sigue siendo algo terrible, algo que no habla muy bien de que aquí los pobladores seamos muy humanos.
Ahora toca hablar de esto, del maltrato animal, pero que voy a esperar de un gobierno que tiene gentes viviendo en la calle, o en esas chabolas que de vez en cuando allanan las máquinas sin dar otro tipo de solución. En otros países pasan otras cosas, igualmente estúpidas, pero ahora nos señalan a nosotros y en este caso , hablan de mí y de ti.

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