martes, 20 de noviembre de 2012


Es una idea! No sé si será buena o un dolor de corazón para el que no pueda remediar meter la monedita... La sorpresa está garantizada y desde luego bien puede ser un aliciente a la hora de adquirir un libro.
Otra idea mucho más complicada que esta es la de hacer una caja un tanto más grande, digamos 100 veces más; llenarla de estantes con los libros. En el interior colocaremos una persona alimentada a base de comida y algo de bebida, agua o similares de las alcohólicas. En la puerta a modo de Insert Coin, pondremos una de esas cosas alargadas y medio anchas, se llaman puertas, donde el que desee un tomo tendrá que hacer el esfuerzo de abrir. Para mejorar la idea le pondremos unas campanitas en la parte superior que sonaran al ser golpeadas en el accionamiento.
Este sonido alertará a la persona que esté en el interior de la estancia y el individuo que entre deberá decir unas palabras de cortesía, "buenos días" o similar. Cuando se acerque le entenderá un formulario y un lapicero que será completado lo más claramente posible. En pocos minutos el humano que está atendiendo este servicio sabrá qué tipo de persona tiene delante y cuáles de los mil títulos que hay le pueden interesar. Se lo pasará debidamente embolsado a cambio de unas monedas de curso legal.
Este novedoso sistema para la adquisición de libros se puede implantar en todas las poblaciones del país, diría más, en todo el mundo. Puede variar el tamaño, incluso el aspecto de los mismos pero en sí el sentido será absolutamente igual en todas y cada una de ellas.
Estoy buscando un nombre común para que resulte algo cómoda su localización y entre en los GPS y demás modos de búsqueda. 

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