Hoy la de Os Gustará del día del libro y qué mejor que conocer donde se hacen los tejemanejes de eso que están rellenos los tomos... las palabras.
Las letras españolas no podían estar en un sitio más bonito.
La producción es excepcional. Cuatro minutos para ver el edificio y unos momentos de una de las fiestas de la cultura. Una pena tenga aires un poco añejos, no me los imagino poniendo música y sacando unos vinos con sus tapitas...
Lo bueno de este año es que nadie habla de crisis de autor, ahora hay uno escondido detrás de cada blog, de cada web amazónica o similar... ahora, lo que pareciese está en eso, en crisis, es el mundo que lo rodea. Qué si el IVA, que si cierran las pequeñas y mercadean las grandes editoriales... que si los ebooks o los epub... y al final de la cadena los lectores, esos que hacen esfuerzos para conseguir la última novedad y que andan contentos porque ahora todos están en línea. Ya no queda tan lejano el que escribe, bajó a la tierra con una cuenta en twitter o un muro blando en facebook; ahora le puedes ver y hablar con él, aunque en muchas ocasiones, me parece a mí, es todo una decoración de escaparate. Y es que en este mundo de gustos varios hay que ganarse las habichuelas y no valen los perfiles excéntricos, desordenados o bohemios de otras épocas.
Qué dirán los historiadores, los biógrafos de estos años? Nació... ta ta ta... tuvo una cuenta en tal con tantos seguidores, fue Hashtags en dos ocasiones por unas ocurrencias, y trending topic cuando salió de tronista en un programa político. Llenó su muro con pequeñas y malas-buenas-tontas poesías, tenía tantísimos fans o seguidores o amigos... y vivía en el cuarto izquierda de un bloque de la calle tal. Enloquecía en primavera... cada vez que perdía el móvil. Publicó y murió... pero hizo feliz a muchas personas con sus historias (esto último lo único realmente importante).
Y seguirán celebrando los días de vino y rosas, o las frases hermosas que ese escritor que todos llevamos dentro escribe en un muro, al pie de una foto o en un archivo del Word.
Las letras españolas no podían estar en un sitio más bonito.
La producción es excepcional. Cuatro minutos para ver el edificio y unos momentos de una de las fiestas de la cultura. Una pena tenga aires un poco añejos, no me los imagino poniendo música y sacando unos vinos con sus tapitas...
Lo bueno de este año es que nadie habla de crisis de autor, ahora hay uno escondido detrás de cada blog, de cada web amazónica o similar... ahora, lo que pareciese está en eso, en crisis, es el mundo que lo rodea. Qué si el IVA, que si cierran las pequeñas y mercadean las grandes editoriales... que si los ebooks o los epub... y al final de la cadena los lectores, esos que hacen esfuerzos para conseguir la última novedad y que andan contentos porque ahora todos están en línea. Ya no queda tan lejano el que escribe, bajó a la tierra con una cuenta en twitter o un muro blando en facebook; ahora le puedes ver y hablar con él, aunque en muchas ocasiones, me parece a mí, es todo una decoración de escaparate. Y es que en este mundo de gustos varios hay que ganarse las habichuelas y no valen los perfiles excéntricos, desordenados o bohemios de otras épocas.
Qué dirán los historiadores, los biógrafos de estos años? Nació... ta ta ta... tuvo una cuenta en tal con tantos seguidores, fue Hashtags en dos ocasiones por unas ocurrencias, y trending topic cuando salió de tronista en un programa político. Llenó su muro con pequeñas y malas-buenas-tontas poesías, tenía tantísimos fans o seguidores o amigos... y vivía en el cuarto izquierda de un bloque de la calle tal. Enloquecía en primavera... cada vez que perdía el móvil. Publicó y murió... pero hizo feliz a muchas personas con sus historias (esto último lo único realmente importante).
Y seguirán celebrando los días de vino y rosas, o las frases hermosas que ese escritor que todos llevamos dentro escribe en un muro, al pie de una foto o en un archivo del Word.
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