He visto la idea "psicológica" de que la desgracia
social se terminaría con un poco más de rezo... que sí, que no me lo invento,
que salió en la tele y claro... si lo dice la tele...
Cuidado hermano! no te engañes, hablamos del orar para
pedir, para calmar, para insinuar a dios que estás mal. Eso en que los que
tenemos una edad bien fuimos enseñados, solo que el psicólogo de la
"Dos" debe de ser un joven de las nuevas generaciones (del partido
que se imaginen) y cuando pides no tiene que ser así, egoístamente.
Llegas y dices, por ejemplo:
"Querido Dios,
necesito urgentemente un trabajo. No lo pido para mí, lo hago para que los del
banco "tal" puedan seguir con lo suyo si les pago la hipoteca, que
los pobres no quieren mi casa, se la quedarán solo por hacerme el favor y que
aprenda la lección. Sé que viví sin pensar, no por encima de mis posibilidades,
solo creyendo que lo que "Dios te da, San Pedro te lo bendice" y
claro! se ve que no me tocaba.
No pido por mí, lo hago porque mis hijos quieren comer. Mira
que les digo qué eso que hacíamos, comer tres veces al día, más el almuerzo y
la merienda, era glotonería, casi gula, y que ahora hay que dar gracias a
Cáritas por la comida que nos da.
Mi mujer, esa es la que más me mosquea, no cae en la cuenta
de que todo esto son pruebas para ver hasta donde llegamos y si nuestra fe en
ti y en tus hijos, los del gobierno y la "dos" ha de ser la correcta.
Está enfadada porque vamos a tener que traernos a casa a mis padres y a mi
hermano, el santo que nació con una mala postura, culpa suya, seguro, y yo le
digo que de gracias, que mi padre, a pesar de su Alzheimer aun cobra la
jubilación y que con esto podemos ir liquidando el agua, la luz y el teléfono,
que nos lo van cortar.
Hubiese venido bien traernos a mi suegra, ella no ganaba
mucho con la viudedad, pero joder! (perdón) hay que ver lo que rezaba en el
hospital!. Era tan buena católica que entre quimio y quimio repetía esa frase
tan puntual: "¿Qué he hecho yo, Señor, para merecer esto?" Otra! que
iba perdiendo la fe poco a poco, a medida que le bajaban las defensas; estaba
tan delgada que era muy posible que entrase por el hueco de una aguja la
primera, sin que estos ricos le molestasen.
Por estas cosas, Dios, te pido ayuda, porque los de
Servicios Sociales están desbordados y de tanto ver tienen el alma rota, nos
tratan ya de mala manera, como los de la ventanilla del ambulatorio que dicen
que con las pintas que tenemos más pareciese que acabamos de llegar en patera
de cualquier otro país y que total, da igual, como llevo tantos años en el
paro, ya no tengo derecho a sanidad y que si me estuviese muriendo... Así que
tú verás, ya solo me queda entrar en una de esas "terminales" que
tanto te gustan, a lo mejor salgo en la tele y alguien se apiada de mí y nos
hace eso que te complace, caridad cristiana.
No quiero un coche, ni unas vacaciones, ni que me toque la
lotería, esto lo pedía cuando se podía conseguir. Por mi familia que les veo
tristes... agradeceré no nos mandes un programa televisivo de chistes o que a
los de las telenovelas les salga todo bien... eso no consuela. Bendice a Rajoy
y a toda su panda, están consiguiendo que recemos.
Por otro lado... Dios mío, quita de mí, esa idea de... A
Dios rogando y con el mazo dando... qué últimamente es lo único que se me
ocurre."
Esto lo escuché el otro día o no, o lo hubiese escuchado de
entrar en esa casa que es dios y de todos los españoles que con tanto
"gusto" pagamos.
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