lunes, 11 de febrero de 2013


Por enésima vez estoy sentada enfrente de una película; no la miro, la tengo delante, casi me la sé de memoria. No es un suplicio, es un ejercicio de esos que me dicen para que sirven las historias, por qué hay que contarlas y que si son losuficientemente buenas... dejaran huella en los que las toquen. Digo "toquen" porque hay cuentos, que por mucho que lo intentes, incluso si no sabes leer... te rozan, marcándote para siempre. Y cada cual escoge como utilizar su marca... Esta peli, esta historia, es así...
"Solo morimos una vez... y durante tantísimo tiempo..." Moliere.

Ahora quiero estar al margen de un Mississippi cualquiera. Me ahogo en su música triste.

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