lunes, 11 de febrero de 2013


Acabo de entrar en una entrada... maldita redundancia: tontada que se repite y repite (ya estamos!) y que siempre es seguida de un: "Perdón por la "rebundancia"" (Que sí, que lo dice mal la mayoría) Y es que nos importa un carajo cuando pedimos perdón, la metemos y punto pelota. La hacemos y un perdón no dice que haya que olvidar, o que luego la cosa no dure y dure, para el choteo general. Se han dado casos en que a una persona de esas populares, se le recuerde por un: Fulano de tal, rey que pidió perdón por sentimiento. Y nos da igual, que nos da lo mismo. Cuando uno está hasta el gorro, los perdones no bastan... Y dicen los historiadores que hay que estudiar la historia, que no se debe olvidar porque en esas, estamos en un tris de repetirla. Buena idea, pero mal enfocada. Se repite y se repetirá, que no somos listos, que nos gusta seguir viviendo como siempre, con las mejoras efímeras que nos vamos ganando de a pocos. Son efímeras, sin duda, porque un año parece que nos las den y otro que nos las quiten... Uno somos modernos, y nos encantan, y al siguiente somos pazguatos y nos parece que no las merecemos... Y lo que somos es idiotas.
Pero alguien en su sano juicio ha pensado alguna vez que esa ganancias insuperables, nacen del trabajo honrado? Honrado no es dejarse llevar por la coyuntura e inflar las facturas. Honrado no es pensar ¿por qué no? si mi vecino por esto que es peor que lo mío pide diez, yo quince. Honrado no es pretender trepar y no estar preparado para ello, con lo que forzosamente tienes que tirar de apaños, que no son honrados. Alguno dirá que no te dejan serlo y hay pruebas de ello.
Hace tiempo que vivimos en un mundo donde se ponen cámaras para pillar al que no es honesto... en las carreteras, al obrero llano, en los comercios que se nutren de clientela "normal" y está bien visto. Pues no, es un asco! vigilan por si nos pasamos los de abajo y a la hora de sopesar quien se pasa más, no somos nosotros aunque seamos un ratero desgraciado. Se pasan otros, la meten constante mente y el resultado es "a puerta cerrada"
¿Ninguno se ha imaginado nunca lo que han de hablar sus señorías? Si a nuestro nivel hacemos chistes tontos con lo que nos rodea, al suyo... ya podéis ir imaginado quienes son los protagonistas. Y luego en algún momento, si son pillados dirán: "Perdón, no volverá a ocurrir" cosa segura, porque tardamos tanto en darnos cuenta, en pillarles y en juzgarles que serán sus descendientes, sus delfines, los que nos la volverán a meter, que esto de saber de la historia, me da a mí que no nos sirve para nada.
Y paso de poner la entrada en la que entré... que era de autoayuda y no veo que me haya ayudado a nada.

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