¡Buen lunes tocapelotas!
No me volví una loca irrespetuosa, no... es lunes, una
afirmación confirmada y lo de "tocapelotas" es porque los lunes y el
hablar de fútbol es casi un rito.
Ah! qué entendieron otra cosa? perdón, supongo que era la
inercia.
Ayer, a la noche, aquí noche española, volvimos a ver un
programa en la tele de esos que me dan susto, pena y risa a la vez. Es uno de
esos momentos en que pareciese que la lucidez se instala por unos momentos y
todos miramos estupefactos esas realidades que de normal vemos en los muros, o
las entradillas de Twitter, que a su vez enlazan a blogs de gente que se la
pasan pensando todo el día.
Lo de ayer fue una más. Un calentón por la miseria en que
vivimos, una de solidaridad hacia la columna de vecinos que se organiza, una de
odio a los estamentos y a la banca y luego un listo soltando por esa boquita de
blogger que piensa.
No he leído nada del señor Reverte, no me gustan las novelas
históricas cargadas de... bueno, no sé, qué no las he leído. Lo leí en sus
artículos y ahora en las entradillas de TW.
Ayer nos llamó de todo menos bonitos y quizás piensa como
yo, que hace falta un reset para que esto llegue a cambiar. Mientras lo
escuchaba tenía la sensación, triste sensación, de que la gente que piensa, o
sea la mayoría, nos hemos dado al uso de lo que es la plenitud de internet.
Antes uno escribía en su web, en su pequeño reducto, sin
mayor esperanza de ser leído. Soltaba sus ideas como el que abre una fuente y
deja caer el primer chorro para que luego esté más fresquita el agua; una que
un reducido grupo degustaba.
Pongo el clip más que nada para los que no vieron el
programa, que sepan de lo que hablo.
Con el tiempo veo que internet se hizo dueño de los
mensajes, del discurso y que sin ser
algo notorio (que ya lo estarán estudiando) nos vamos recolocando en grupos y
subgrupos del pensamiento popular. Unos lidian con la denuncia para que no emborrone
su necesidad de no verla o de que no marque sus días...
vengafloresgatitosyamor... Otros, no se paran y a lo suyo marcan sin pausa lo
que hacen o son gustosos, si no dan clases, copian las de otros, pero todo muy
práctico y personal.
Luego están los intermedios, que piensan bajo directrices y
estas se enfocan desde lo que los mitos, que cada cual estima, dicen. Es un
reafirmarse sin mucho esfuerzo y se copia y pega para crear adeptos, que
tampoco piensen por si solos.
Esto no es malo para nada, no se me malinterprete, me parece
muy bien que cada uno haga lo que le venga en gana, además no es cosa de ir
soltando lo que uno cree, si ya otros lo han trabajado y pareciese que queda
mucho mejor explicado y definido. Pocas veces hay novedades en la vida, la
mayoría de lo que se vive ya pasó, ya se hizo o a buen seguro hay un grupo al
otro lado del mundo que está en ello.
Nos llama la atención cuando andamos en la ignorancia,
facilitando el aplauso. Qué nadie se maltrate, tal y como están las cosas, que
podemos leer, ver, casi saborear lo de cualquiera en cualquier momento y desde
casa, no es de extrañar que retiren el tema del plagio, porque ahora se da
mucho el caso de que muchos piensan lo mismo a la vez. Es el resultado de lo
que se ve, que se multiplica por millones y te llegó, seguro.
De los distintos soltadores de ideas, están los que la fama
les precede. Esos que pareciese no cagan de poseídos que están por todo lo que
dicen y hacen. Una pena porque al mes de andar cotilleando por las redes
sociales te das cuenta de eso y claro, se pierde el fondo de lo que cuentan. La
prepotencia es lo que tiene.
Ayer este tipo nos llamó de todo menos bonitos. Qué no voy a
ser yo quien diga que tiene razón o si fue un meneo moral a ver si nos
empezamos a plantear los cambios... no. Y no lo digo porque me hace mucha
gracia el ver que la vida se está convirtiendo en un pasar noticia, hacer la
reflexión en un muro cualquiera. Da igual si es en la cola del supermercado o
en un club de lectura, es lo mismo.
Lo he podido comprobar, nos hemos convertido en usuarios de
la muestra y hablamos disfrazados con nuestros respectivos avatares de diario,
ponemos mayúsculas a las afirmaciones que queremos defender, soltamos algún
chiste o tarareamos una tonadilla para calmar los ánimos... sacamos el teléfono
para que se vean nuestras fotos y hay un toma y daca de lo que sería la otra
realidad. Sonríes para afirmar a modo de Me Gusta o rechazas con educación y un
jajaja de seguido. Y regresas a tu reducto viendo que has alargado lo que no
era vida real a la realidad, y que ambas cosas se empiezan a parecer demasiado.
Ayer lo de este señor me pareció eso, un ¡toma ya! en un
muro cualquiera. Qué los hay, pocos, pero los encuentras con cierta facilidad.
Hay gente que ya viene, o se la consiguió con más o menos esfuerzo, tienen una
fama que cuidar y nadie duda que pensarán lo que dicen, pero a mí me empieza a
parecer que estas personas buscan ser eso, la chispa que arrastre al resto. Que
lo que dicen se vaya diluyendo de a pocos... Los que piensan o buscan el
neopensamiento, critiquen; los que copian y pegan, peguen felices; los de las
flores saltan a la receta de cocina, una que no es normal, mezclemos mayonesa con chocolate y creemos un
nuevo mundo, uno rebelde, con causa, aunque sea para decidir si el colesterol
es bueno o malo.
Este tipo ayer dijo cosas que ya las había escuchado antes.
No puedo recordar exactamente donde, pero me viene al estómago, que es donde
tengo las sensaciones, que lo dicho lo escuché a otros que se les supone antagónicos
de este y todos pataleamos sin casi escuchar.
Hay otros muros pero están en este...
Y los hay que ni siquiera se meten, no dicen, callan y
piensan, pero... ¿de qué sirve? de nada, porque por mucho que lo intentes...
ah! ahora caigo, se ve que hay pequeños reductos, como esos grupos cerrados,
esos en que los amigos o los colegas, hablan de la realidad que ven fuera,
donde se mascan los pensamientos que a la larga, en modo foto bonita, también
poblaran estos espacios.
Apuesto algo a que sonríen cuando ven una cosa de estas...
lo que no se dan cuenta es que muchas personas pensando a la vez hacen una idea
y puede ser original, tan plagiada, tan efectiva como cualquier otra.
A las ideas les pasa como a la imagen, con una cámara o dos,
enfocando inevitablemente a todo bicho viviente... no hay nada que se escape,
nada. Las ideas ahora son retratadas y diseccionadas, no me vale que me cuentes
en modo chulesco si somos unos mierdas o si la culpa la tienen los de
Atapuerca... me da igual, lo único que sé, es que cada vez tengo más claro que hay
que resetear y empezar de cero… este, ese, todos… lástima que las ideas ya
nunca más podrán ser nuevas.
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