Bienvenido Otubre! Y lo dejo así sin la ce, que es legal de
la RAE, en modo poco culto, que andamos dolientes, medio amargados y entramos
en el mes soso por excelencia. Ya imagino que para los cumpleañeros esto no es
muy gracioso, que no se me enfaden, si digo soso no es por dar más leña a la
amargura general, es solo porque si yo fuese un octubre cualquiera me
mosquearía. Un mes que lo pillan los gregorianos para el calendario sin
romperse mucho la cabeza, que era el ocho en el romano y no querían andar
pensando mucho. Este es el mes del recuerdo a peor, sí, sí, que ya llega el mal
tiempo y uno aun tiene fresco la calidez del verano, que este año se me hizo
corto, sin ganas, sin enterarme, menos mal que no hacía frio porque bien
hubiese podido ser octubre todo el tiempo, he dormitado en siestas largas y
sudorosas, me he levantado tarde y no he pisado un mar ¿qué más se puede pedir
a un verano? Ni siquiera lo recuerdo como uno de los veranos más calurosos, por
mucho que en la tele nos quieran convencer de otra cosa. Y es que me temo que
no solo hay problemas económicos; no sé si por o a causa pero también el
entusiasmo ha entrado en crisis, ni los anuncios me han incitado a buscar nada
que me caracterice, que diga que tengo chispa o cualquier otra cosa similar
para parecer festiva. Hemos aguantado fuegos como nunca y la visión se ha
llenado de humos que no me gustan. Llega otoño y no nos entran ganas de
prepararnos para el frío, ni para esas lluvias que no perdonan y parece que
digan que si el gobierno es malo, ellas pueden ser mucho peor. Seguro que este
año nieva tanto que maldeciremos el blanco, que es cosa normal lo del perro
viejo al que le crecen los enanos, a lo mejor no es así el dicho, pero esto es
otoño y nunca sabes que ponerte.
Este mes tiene un puente y como es costumbre el que pueda se
lo apropiará, se sentirá culpable porque millones no pueden adueñarse ni de las
basuras, o sentirá que no es tan currelachino como sus jefes quisieran. ¿Qué vamos
a celebrar? ¿La Hispanidad, la Raza? Vaya tontuna a estas alturas. Le pondrán una
medalla a La Pilarica y harán un desfile pobre, que estos nunca quieren
aparentar, como si viviesen en una sempiterna guerra fría, o les diese vergüenza
sacar todos los cuatro tanques que tenemos. Será un paseo militar que no
mostrará nada, que la guerra ya la perdimos ¿no parece que ganaron los alemanes
y que con esos recortes se tapa un estado de posguerra? Me parece que le
andamos manteniendo el nombre a las cosas solo por miedo, pero ya los muchachos
andan aprendiendo alemán y se mentalizan de que es mejor así. Nos ponen
cartillas… ellos dicen que son de sanidad, pero lo único que veo es que son
documentos que están renovando la identificación de las personas, nos catalogan
y ni enterarnos. Hay rebeliones que se aplacan, pero poco, porque los que
pierden la guerra no tienen derechos y da lo mismo que pataleen como que se
aguanten, todos pasaremos por el aro. Hemos perdido dignidad y no la hemos de
recuperar con un pase militar que ya ni a las madres emociona. Tengo claro que
esta guerra la perdimos hace tiempo, jugamos mal porque nos dijeron que no
teníamos cartas, que lo que parecía un país en toda regla era solo una ilusión y
en estas nos sacaban los cuartos. Ganaron los bancos, que no dejaron de cobrar
hasta el último minuto y encima se quedaron con nuestras casas; todo esto a
posta, a sabiendas, sin el más mínimo decoro.
Si me dejasen el día del desfile cambiaria los desfilantes,
no veríamos pasar a la soldadesca, no. Un paseíllo con tendencias taurinas;
primero el rey y toda esa familia que son tan campechanos, ellos tirando de la
cabra, por eso, por campechanos; luego la riada de presidentes seguidos por
todos los cargos que ponen y quitan en cada legislatura, los imputados que
vayan de marrón, para que resalte el color de la tierra en la que fueron o serán
enterrados, que para nada les va bien un traje a rayas, no lo usaran nunca. Detrás
de estos los medios de comunicación que será del todo bonito verlos marchar
haciendo cabriolas, juegos con las hileras, cambiando de fila, avanzando o
retrocediendo, dibujando esquemas y que lleven ellos las banderas como si
fuesen pancartas con los titulares. A estas ya la marcha se hizo larga y
pesada, pero poco vistosa, llenémosla de toda esa gente que piensa que esto va
bien, agreguemos a los que piden un cambio a través de los dioses, incluso
podemos dejar espacio para esos buenos representantes de los distintos grupos
que por un lado u otro intentan dominar al personal. Qué acudan los contentos,
los que ven que el esfuerzo realizado ha dado frutos, esos que piensan que
todos los trenes son el AVE. Y para finalizar la marcha nada mejor que los
nacionalistas, sin ofender eh! Solo porque ellos verán a dios si lo consiguen,
que es lo que escucho a diario y bien está que una grandeza de estas, el
desfile, se termine con gentes de gran espíritu nacional.
Ya lo estoy imaginado, miles de personas disfrutando de una
mañana soleada, triste, pero con ilusión, que somos raza a parte, ya se están encargando
los del euro en dejarlo bien claro.
Me voy a poner unos pantalones que me está entrando frío por
entre las piernas y esto es como las votaciones, si no te cubres, luego no te
quejes.
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