lunes, 30 de septiembre de 2013

La ciudad más honesta del mundo y la más deshonesta es... (Y un cuerno!)


Alguna vez me puse en modo "riderdigesto" o sea en plan la revista Reader’s Digest. Sí, esa que pobló las casas de los españolitos de los años sesenta, la que nos enviaban bajo suscripción.
La recuerdo al llegar a casa y usarla en el mejor de los lugares de lectura que jamás se dio... en el Wc, cuando uno hace eso tan natural y privado que es soltar la transformación, el resto de lo culinario...
Era muy cría y aun así me daba cuenta de que aquella publicación no era normal, que era un engendro cargado de una moralina americana que poco tenía que ver con la España que me rodeaba. Eran graciosas las anécdotas que contaban y que siempre acababan bien, como las mejores pelis; o las recortadas y muy manipuladas historias de la ciencia o la propia historia. No me gustaba, pero tampoco había mucho más que leer en casa, así que tiraba de ella para ocupar ese espacio donde no cabe la meditación, es solo una espera más o menos agradable.
Con los años he comprobado lo mucho que ha influenciado este tipo de literatura (por llamarla de alguna manera) y que los autores veían mucha película de aquellas en las que los malos no ganaban nunca y los buenos iban al cielo. Al cielo celestial de dios o al cielo del bienestar del dios del capitalismo más tierno. Incluso yo he copiado el estilo en algún pequeño relato, adrede siempre y esperando que se sobreentienda la jugada poética de la mantequilla literaria.
Acabo de ver esta entrada con un "juego" de moralina más de estos señores americanos. No puedo decir que sea otra cosa, no es una muestra que sirva para una estadística formal, y está tan alejado de una comprobación científica que solo sirve, a mí, como una muestra más de para qué se usa una buena campaña cargadita de moral. En esto los de la Coca Cola están a la cabeza, son los auténticos reyes del mambo, habiendo superado con mucho a las historias de la Disney.
Los españoles quedamos en penúltimo lugar, por encima de los portugueses... Bien ¿y? esto no me dice nada, o quizás que estemos en una época en la que 40 euros suponen una alegría. De haber hecho la prueba hace unos años, cuando las "posibilidades" eran otras y andaban por debajo de nosotros, o sea, que vivíamos por encima, lo mismo ni nos molestamos en mirar.
En nada se puede comparar nuestro nivel de vida con el que tienen los finlandeses, en nada. Amén de que son pocos y se conocen todos... cosa que a buen seguro hace que la cosa cambie mucho.
Sea como sea, este país es así o no lo es, porque nos rota, sin mayores preocupaciones. Ni esto es una muestra, ni el que se encuentre una, una cartera, en el metro con un talón NO MI NA TI VO, y tenga que salir la noticia veintisiete veces en todos los telediarios del país.
Alucino como podemos ser tan gilipollas y seguir viendo las noticias cuando las inician con anormalidades como estas. Las suyas, evidentemente... porque llamar gilipollas al del metro me parece excesivo (ellos con su exposición, los que contestaban en el repor). A ver, que un talón con nombre y apellidos no sirve ni para limpiarse eso que se limpia cuando acabas de leer esta revista Reader’s Digest tan diurética.
Es posible que en este país el que se encuentra una cartera con dinero y cosas personales, la entregue en alguno de los lugares posibles... meterla en un buzón, darla a un municipal, etc, es lo que suele pasar. Cierto es que veo a los que lo entregaron y tener que responder, que dar una explicación del porque alguien hizo algo bueno, ni esto, algo que debería ser normal, sin mayores aplausos, es tan coñazo y absurdo como si aquellos que se quedaron con la cartera, nos cuentan porque lo hicieron.
El "juego" es idiota, habría que ver si esos "honrados" ciudadanos lo son igualmente con 100, con 500 €... O si los que se agarran a la moral religiosa, lo serán de la misma manera, buenas gentes, con sus mujeres, que esto cambia mucho dependiendo del país y de la religión.
España es un país de gente FORMIDABLE, generosa y a la que no le importa meterse hasta dentro en cualquier desgracia y ayudar. Somos esos que, en una buena encuesta, estamos en el primer puesto donando nuestros restos para que otros vivan. Si nos piden sangre, vamos en masa; si hay una catástrofe el pueblo entero sale en pijama y ayuda...
Que suelten 12 carteras en la calle y desaparezcan... no me dice nada, no soy yo, no es así mi gente... aunque es posible que las carteras las hayamos entregado, apostaría algo. Es probable que los 40€ hayan acabado en otro lugar, con otro nombre... pero si hubiesen esperado, o indagado más... aparecerán. Lo que estos no saben es que aquí las cosas se hacen despacio, se dejan para luego y las instituciones encargadas de que lo perdido llegue a su dueño, suelen pasar bastante del tema. Hay una gran desidia en estos lugares donde el que está fuera mira con mucho romanticismo y el que trabaja allí piensa que somos un desastre perdiendo las cosas más tontas y no le da ninguna importancia, como cuando vas al médico que ni siente, ni padece por norma.
En fin, que nos lo cuentan estos que tienen un premio Nobel a la Paz en la estantería de un presidente que enloquece por montar una buena guerra.
Y la ciudad más honesta del mundo es… (el artículo en castellano, el artículo del artículo) 

martes, 17 de septiembre de 2013

Buenos días para todos, malo para un pobre morlaco.


Buenos días para todos, malo para un pobre morlaco.
Los días malos para los animales son muchos; unos porque se asoman a la charca y están los de la tele grabando y pasa lo que pasa... qué es natural.
Otros morirán sin remedio a causa de nuestras estupendas maneras de protegernos, incluso somos capaces de usar aviones como gigantescos "fliteros" y a lo tonto, en ninguna casa ha de faltar un mata bichos, no sea que veamos una mosca. Esto es lo que es, tenemos grandes justificaciones, pero cuando se trata de animales más o menos cercanos, como perros, gatos o toros, sin contar con los que nos comemos tan a gusto, la cosa cambia.
Lo triste no es que como especie superior hagamos las cosas de esta manera, al fin de cuentas se trata de supervivencia e inteligencia y no vamos a seguir cazando pudiendo sembrar conejos. No necesitamos sentirnos gentes fuertes, buenos exploradores y estupendos cazadores, no lo necesitamos, ni con una cámara delante.
Por esto cuando veo que se hace cuenta y a todo lo que no sea pura necesidad se le llama brutalidad, me alegro. Es un paso para que los que no olvidan sus impulsos de trogloditas los reconduzcan.
No sé si me gusta menos la tradición o la costumbre; me miro, y soy muy maniática en algunas cosas de costumbre, y me doy cuenta de que con el tiempo se amoldan a lo que uno llamaría tradición, la familiar, la personal, se entiende. Lo que las diferencia de esas que no me gustan nada, es que no tienen ancla alguna y las puedo cortar cuando me venga en gana, o cuando veo que son acciones sin sentido. Las otras, las tradiciones o las costumbres esas arraigadas en las diferentes tribus no me hacen ninguna gracia. Porque muchas veces no somos capaces de cortar con las peores, es como si al hacerlo perdiésemos algo que nos ata al pasado.
Y a mí es que me parece que al pasado no hay que atarse, hay que conocerlo, incluso estudiarlo, pero no revivirlo un año tras otro, eso no conduce a nada, sobre todo cuando ese pasado te dice que eras un bruto, un cacho animal que no evolucionó nada.
Ahora las disposiciones son otras, los gustos, las necesidades, todo ha cambiado y si había un sacamuelas que por tradición llegaba al pueblo una vez cada mucho y sacaba los dientes con una tenaza y un dolor insoportable, y lo restituimos por un despachito la mar de limpio, bien podemos cambiar lo que sea.
Tradición mala es aquella que hace ablaciones a las niñas, o la que apedrea, y también salen en las televisiones siendo espanto de todos; pero hay muchas más que casi pasan desapercibidas por tenerlas tan de costumbre, esas que humillan a las mujeres o permiten que los ladrones lleguen a tener puestos en el gobierno.
Lo triste es que cuando muchos, muchísimos, nos ponemos de acuerdo en que hay cosas que deberíamos cortar, no lo hagamos. Yo propongo que si hay pueblos en los que romper la lanza es primordial para demostrar de donde vienen y quienes son... se retire ya mismo la electricidad, los dentistas, los ordenadores, el teléfono... cosas que de normal les avisan...qué no estáis en la prehistoria... y ellos usan, pero sin dejar de hacer algo que no corresponde a esta época, pues que vean realmente el por qué las cosas han de cambiar.
Esta gente, estoy segura, tienen en su casa un canario al que quieren y agradecen el canto matinal, un perro o un gato al que acarician y hasta es posible que de ver a esos bestias que salen con sus maltratos, se enfaden y apenen. Pero está claro que no sueltan la tradición, aunque no sea buena, aunque diga mucho de lo miserables que podemos llegar a ser como humanos.
Otras tradiciones son horribles, mucho peores que esta, pero no las tenemos a mano, no son gentes que nos rodean las que las provocan; está es de las que sale como una actividad de todos y eso no se puede permitir, yo no soy esa gente, ni tampoco los que los torean o los corren. Esta costumbre sádica, no va conmigo. Hoy es hoy, y estos brutos se sentirán hombres poderosos, pero mañana volverán a tener ternura hacía lo natural… entonces? este día es aciago, que los duerman y no con vino, por favor.

martes, 10 de septiembre de 2013

Entender, no entiendo. Ni hagan una fila, ni vistan uniforme... no nos quieren.


Muchas son las ocasiones en las que uso de este medio para decir lo que pienso, lo que creo que pienso... Por lo general lo que veo, me gusta, me enseña a conocer los gustos de los demás, las inquietudes o los deseos, y me solidarizo por eso, por la libertad que representa lo que cada cual quiere aportar a esta pequeña sociedad de "amigos" que nos vemos cada día.
Veo gente que ama la música, la pintura, el arte en general... Otros gustan de la alimentación o de los trucos informáticos. Todo es "buen provecho" y mejor digestión.
Entre los míos hay gente de todo el planeta, de los lugares más dispares y cuando los veo, cada uno con su particularidades, me pregunto si en algún momento alguno se ha dado cuenta de que esto, es pura churra del destino. Ninguno de los nacidos hasta ahora ha decidido donde lo haría. Unos tienen suerte y caen en el polvo de un par de blanquitos de clase media alta, otros no tuvieron tanta suerte y le tocó un país de esos en los que no se respeta la vida.
Es curioso que en esto, sin decir nada, asumimos que los venideros serán personas afines, los educaremos para esto. Y es la educación la que nos hace ir marcando el rumbo para ser buenas o malas personas. Egoístas o generosas, nos crían como pueden y mejor les conviene y luego cuando llegas a una edad en la que crees que lo sabes todo, resulta que eso que te ata a una tierra, por ejemplo, no es más que una casualidad.
Imagino qué pasaría si fuese cierto aquello de las cigüeñas y por un día se volviesen locas... niños rubitos en Somalía, negritos en Canadá o catalanes en Andalucía. La cosa se liaría mucho, eso que cada uno tiene preparado en la cuna, cambiaría de color y es posible que el lenguaje fuese el mismo, sin importar que cariz.
No comprendo, por más que lo pienso, ese aferrarse a las cosas, a la tierra... a las personas, lo entiendo, son nuestro apoyo, pero ¿lo demás?
Vemos países enteros en la desesperación más horrible, sus ciudadanos muertos por batallas que no entienden, por el hambre que los asola o la inmundicia de dictadores, grandes o pequeños; veo que el planeta se resiente por nuestra barbarie y que la enfermedad no tiene cura... Y siento que en esas, algunos quieren hacerse más pequeños, como si así pensasen que la miseria no les ha de tocar. No lo entiendo, de verdad que no, porque no son una excepción y a la hora de necesitar… a todos han de pedir. 

lunes, 9 de septiembre de 2013

Buenos días pos parto. No vendrán a jugar aquí, no tenemos JJOO


Buenos días pos parto. El embarazo no fue como se esperaba y el parto ha sido doloroso, dando por resultado un niño sin mucho futuro, poco agraciado y lleno de costras. 
Los romanos abortaron antes de pasar por el mal trago y los demás... tenían esperanzas de que la cosa fuese bien. Hicieron lo que sabían, hablar, mostrar, exagerar, mentir... y ganó el mejor. El mejor lamiendo, sobando y ofertando. El que más gusto dio y seguramente otras cosas.
La madrina no las tenía todas consigo, se lo peleaba como si fuese un día de mercado, se llevó al cuñado ese que nadie quiere y a los hijos del presidente de la comunidad, pero no funcionó.
Les vi como mercadeaban con clientes que dan miedo, esos que parece tengan dinero y luego no saben donde pusieron la cartera. Los que se dejan sobar y lo tocan todo para nada.
A ver... que yo me pregunto ¿cuántas veces está uno dispuesto a ser rechazado?
El parido es un engendro que nadie quiere ver, no gustan los rechazados, siempre dan mala espina. Claro que a veces lo son por cosas que se nos escapan. Pienso que no ha sido por tener un gobierno en el ojo de los jueces por ladrones. Seguro que tampoco lo es porque nuestras calles están llenas de pobres comiendo de los contenedores. A lo mejor puede ser porque los futuros parques donde el niño haga deporte tienen estigmas de corrupción, de abuso económico y claro, estos viejos que deciden, no quieren mezclarse, seguro ya tienen bastante con lo suyo.
No me explico porque son un grupito de viejosmarujas los que tienen que dar el consentimiento para que este hijo siga feliz o se quede solo en esperanzas. El deporte es majo, pero... ¿cuándo perdió el sentido de juego? cuándo la economía se puso un vestido de orgullo patrio.
Me sabe mal lo de Japón... esta vez no he de apuntarme a los sorteos. Mira que le tengo ganas al país, me encantaría conocerlo, pero... el hijo este que ahora tienen es hermano de otro que está lleno de pústulas radioactivas contagiosas y temo no me apetece el riesgo.
Y lloraban... joder! más se perdió en Cuba y nos la suda. No les veo llorar porque se cierran negocios de toda la vida, ni porque los críos no tengan buenas escuelas o sus padres no tengan buenos... ni malos, trabajos.
Venga ya! seamos coherentes por una vez. No vamos a celebrar un bautizo con pompa y boato, si los padres no tienen para pagar la casa donde viven, casi ni para comer...
La canción es para un hijo brillante, un bautizo en toda regla... claro que nació cuando había posibles y eso se le nota hasta a los feos, que los hace guapos.