Ayer se nos fue un mito erótico
de la antigüedad… He pensado que la antigüedad debe ser eso que pasa a la región
del olvido, quizás no tenga muchos años, pero la sociedad corre tanto que
aparcados quedan muchas de las inquietudes que por un momento, un instante en
la edad del mundo, se instaló a nuestro lado. Uno de estos personajes fue esta mujer,
Sylvia Kristel, una muchacha bonita que dio alegría a los cuerpos de una época
donde el cuerpo empezaba a cantar con música de libertad. En los setenta
apareció como un refresco del que todos querían beber, un lujo con que poder
soñar y ella lo alimentaba divinamente. ¿Quién no se ha sentado en una de esas
sillas, únicamente pensando en Emmanuelle? Recuerdo haber leído el libro y como
novela erótica es una más, pero como película, fue excepcional. No sé si la
fotografía o los diálogos eran esto, pero en sí, se hizo algo que representaba
la libertad, aunque fuese sexual, esa que en este país tanto nos ha costado
ver.
Emmanuelle, no solo es una
película y una muchacha libre, es un ir a escondidas a disfrutar, un cotilleo
de bar sin niños delante y seguramente fue un poco de santo morbo en las camas
de muchos españoles.
Por unos años fue la imagen
hasta que un cruce de piernas lo desbancó y quedó en eso, en la antigüedad del
recuerdo.
Aquí paso la canción por
excelencia, que era la banda original de la película.
Canción original de Pierre Bachelet - Emmanuelle
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