lunes, 29 de octubre de 2012


Desde que era pequeña me ha perseguido la pérdida. No es que fuese despistada como me llamaban, es que nunca fui capaz de apartar de mi cabeza las ideas que surgían, eso que me hacía vivir en un Babia lúdico, nada que ver con una estúpida realidad. Ante esto era capaz de perder dos veces seguidas el dinero que me había dado mi madre para hacer un mandado o tener que volver a casa para que me apuntase en un papel lo que quería que le trajese. Imagino que la pobre mujer, a la tercera ya estaba pensando que su niña no tenía futuro, que era una pobre desequilibrada donde el futuro aparecería escrito en pequeños papelitos. Lo triste de esto es que tenía razón.  Me he pasado la vida despistada, sin poder recordar a que venía; perdiendo llaves, bolsos, libros. el coche...el interés...
Veo esta noticia y no me anima nada, somos legión, incluso la policía francesa que se deja al lado de un contenedor la basura etarra, que serán pruebas y pesquisas (menos mal que no fue aquí)
Comparado con estas "pérdidas" las mías no son tan llamativas.  Lo que más odio es que nunca me devolvieron nada y a lo mejor la culpa fue mía por no identificar debidamente las cosas. Pero claro, como he de poner la dirección de mi casa en las llaves?
En mi suerte tengo que decir que lo mismo que soy una "perdedora" también lo soy a la contra. Me he encontrado mil cosas que otro perdió y eso compensa y regula mi poca sensatez; que es una suerte porque la mayoría de los que pierden algo no se calman con nada. Les queda un regusto en la moral de ser ineptos, de haber hecho algo malo y tampoco es eso. Perder, lo que se dice perder, lo hace el que tiene y va unido a la sociedad, que es la que más pierde en todos los casos. Lo triste es que suelen ser cosas adrede, pensadas, meditadas por esos que deciden lo que nos sobra y que se erigen en defensores de los que tenemos cosas que perder.

sábado, 27 de octubre de 2012


Me sabe mal poner este articulo... Es triste, asqueroso y demuestra hasta qué punto puede llegar a ser miserable el ser humano.
Si eres de los que te afecta ver un perro abandonado, no lo mires. Si estás cabreado con la crisis en España, no lo mires. Si eres de los que tienes la empatía a flor de piel, por favor no lo mires...
Estaba tan contenta con mis cosas, esas que mayormente pueblan mi vida y por las que me siento feliz. Escucho la radio, tengo la tele puesta y además internet... He cavilando que se ha terminado el verano, que ya es hora de sacar mi buen montón de ropa de invierno y que mañana pasaré por el banco antes de ir al rastro... He hecho un par de frases, unas graciosas y otras puntillistas, para demostrar lo lista que soy... Estoy pensando en irme a la cama que la debo tener caliente y lamento que se me ha estropeado el MP3... Hoy he escuchado las voces de los que discurren sobre la crisis y los desahucios y lo mal que está la vida...
Y soy tan boba que he mirado un poco más allá del enunciado...
Si eres normal, no lo mires. Si eres feliz, no lo mires.
No tengo, seguramente ninguno de nosotros tenemos la culpa de que pasen estas cosas. Nosotros vivimos como podemos, tenemos lo que tenemos porque ha habido generaciones que trabajaron para esto, por nosotros y tenemos suerte... Si tienes suerte, no lo mires.
Estoy por darle al delete y que estas malas reflexiones no se esparzan... Si reflexionas, no lo mires. Si no reflexionas, no lo mires.
Es una escena dura del punto hasta el que la humanidad llega. Una, la humanidad toda, que es capaz de las creaciones más grandiosas y por otro lado, ser causa de la destrucción de todo.
Si eres capaz... míralo o no... Lo hice y me siento mal.

jueves, 25 de octubre de 2012


Me voy a poner sería… lo intento y mi faz se queda enjuta con una expresión triste, como quien tiene verdaderos poderes y puede ver el futuro. Noto que por aquí no hay de esos porque de haberlos hubiesen abandonado el país como las ratas de un buque que esté a punto de naufragar.
Me siento una rata o ni eso, un ratón de esos que solo viven para beneficio de los laboratorios y a los que se les hace todo tipo de perrerías. Se les da, se les quita, de la misma manera que si de una pelusa se tratase. Hacen de mí lo que quieren y es más, diría que les funciona bien. Un día me levanto y siento que la luz se hizo, que comprendo un poco la situación social que me rodea y sin embargo al llegar la tarde noto que algo o alguien me la ha trastocado. Debería cerrar los ojos y sentir que todo pasa a espuertas, que no me afecta tanto como dicen y que es mejor crear un pequeño mundo donde todo esté casi en estado de predicción. Me asusta ver que ya ni el horóscopo es capaz de acertar; no tendré trabajo porque soy mayor de 45 años, no veré a mi hijo progresar porque es joven y seguramente moriré por una enfermedad no detectada a tiempo o mala atención. Ni siquiera me preocupo de la carestía de la vida, no existe tal cosa, los comerciantes subirán todos los productos y de no ser así, no tendré dinero para adquirirlos, con lo que ese tema ya queda zanjado. Muchas de las cosas que tuve no las volveré a tener y es posible que hasta los recuerdos los tenga que empeñar, pero no me importa, me queda eso que debería haber empezado el día que aprendí a escribir, un diario. Algo donde poder ver la trayectoria, los sueños, que es lo que queda si no se tiene futuro.
No debería ver noticias, siempre tan puntuales y tan contradictorias según nos las cuenten, sin llegar nunca a saber de la realidad, más que nada porque no estoy en el lugar y seguro que aún estando, tampoco vería la verdad. Me fastidia ver que si bien he aceptado la premisa de que me engañan, que me usan para algún beneficio desconocido, que no es en mi favor, ni en el de los míos, ellos tampoco lo dan por hecho. Descubren tramas de pequeños tramposos, gozan por las desgracias que parecen gracias de unos y de otros, se sienten fuertes y yo les veo el rabo, que es igual que el mío, incluso a veces mayor. La mayoría somos perros.
Me he de quedar en casa y lamentar el poco poder adquisitivo que tengo, no vendrán tiempos mejores porque nadie quiere parar esta mala circunstancia, ni detener a los que nos empujan hacia una miseria segura.
Lo estamos haciendo mal, lo veo, lo sé. No encuentro cambios que puedan funcionar, no solo es sacar al gobierno del palacio donde imponen sus ideas; no es derogar constituciones o leyes… es un cambio total, tajante, grandioso.
Lo más sencillo es lamentar la situación, luego quejarse y señalar con dedos acusadores, volver a lamentar, volver a… así una y otra vez sin que veamos ningún temblor. En estas situaciones descubrimos al amigo, al vecino que se cae o se hace grande. Si se puede se ayuda, pero sin tocar, no sea que esto contagie o bien descubres que algunas personas a las que no conocidas lo suficiente les sobra moral, son solidarios y disimulaban.
¿Qué somos nosotros en esta casa? ¿Los habitantes inquilinos? Porque visto lo visto, propietarios no somos, aunque paguemos fortunas por vivir aquí y nos lo permitan hasta que muramos; somos los que se quejan de la falta de gestión para tener un buen conserje y esos servicios que tanto nos gustan y que a veces son imprescindibles. Pero la casa tiene la enfermedad en las entrañas y por muchos buenos arquitectos que lleguen no se podrá rehabilitar. Hay que tirarla abajo y empezar de nuevo. Nunca pensamos que habría un dueño del solar, uno que se apropiase de la acera o la calzada, y lo hay, uno o varios, se reparten un pastel donde nosotros no somos la guinda, somos la masa. Los inquilinos con casas podridas deberán buscarse la vida y no esperar que vengan otros a levantar un nuevo futuro, deberán replantearse si es así como quieren vivir. Y se me ocurre que hubo un tiempo en que ellos eran los dueños, de sus vidas, de sus casas, del suelo… tenían nombre y apellido: Pueblo Soberano. Ellos son los que decidían que debían hacer los encargados, controlaban los recursos y los gastos. Los gestores que trabajaban para ellos lo hacían bien, cumpliendo las ordenes de los Soberanos, el Pueblo.
No fue un sueño, ni una utopía, esto pasó y lo perdimos por dejar de participar, por permitir que las decisiones las tomasen otros. Uno dice, todos sopesan y discurren que es lo mejor, luego votan y actúan. Tan simple, tan sencillo que parece un cuento. Pues dejémonos de tonterías, tiremos a bajo los edificios mal construidos y pongámonos a la tarea de vivir, y hacerlo bien, creando futuros aceptables para nuestros hijos y sintiendo que la calle, el solar y la casa nos pertenecen. 

miércoles, 24 de octubre de 2012


Buscaba a otro Pat Baker (Par Barker), a la escritora y me he encontrado con que el nombre debe ser dador de facultades. No llega a un minuto el punteo, pero es mejor así, que no quería excitarme con la música. Estoy viendo una película, una de esas que uno no busca, salen como por generación espontanea en la pantalla del televisor y miras si no la habrías visto antes, que es de las que tienen muchos años encima.
Stanley & Iris (Cartas a Iris) de Martin Ritt y de 1989, con esos actores que siempre me parecen tan excepcionales, protagonizada por Jane Fonda y Robert de Niro. y desde luego tan bien doblada (nunca se agradece bastante)
Una cinta tan bella solo podía estar sacada de un maravilloso libro, esto es un suponer, que no lo he leído, pero por si alguno pasa por aquí y tiene en la cabeza qué ver o que leer... a lo mejor esto le sirve de empuje. Yo ya estoy buscando el libro de Pat Barker, con erre, titulado Cartas a Iris, como la película y editado por Salvat en su colección Grandes Éxitos/Grandes Escritores.
He escuchado la frase más bonita de los últimos tiempos: "ENSÉÑAME A LEER"  y suavemente le enseña, se aman y en los últimos momentos esperas que todo termine bien, como las buenas historias...
Pat Baker, de Dean Guitars Unos minutos musicales.... 

Hoy estaba mirando el muro y he visto una fotografía de Matisse en su cama. A pesar de la enfermedad el artista seguía trabajando, modelando una figura. Y me ha dado por pensar en lo poco conscientes que somos en cuanto a lo que nos rodea. He pensado que hay una necesidad que no se nombra, a la que no se le da la debida importancia y a mi entender la tiene, mucho. Es el sustento de la mirada, eso que conforma lo que nos rodea para hacernos la vida más atractiva, incluso más llevadera en muchos casos.
Veo al pobre artista en una gran cama rodeado de cosas que le acompañan y pienso en las cosas qué, de estar en mi cama, me han de acompañar. Es cierto que por una lógica sencilla tengo libros, muchos libros haciendo una buena columna, algunos los he leído, la mayoría, pero no me importaría volver a leerlos, sobre todo porque mi memoria tiene esa facultad, el olvido, y es incansable. Algunos recuerdos de personas también acompañan mis sueños, como si fuesen esos angelitos que rezábamos de niños. Los miro y me transportan al amigo que se fue, al familiar que en un arranque de posteridad quiso que yo tuviese esa pieza o la maquina donde las haya, la radio que siempre tiene pilas, siempre está a punto de ser un salvamento en caso de no tener otro modo de comunicación, unilateral, con el exterior (es que soy muy alarmista). Miro el resto de la casa y es más o menos igual, de tal modo que de encontrarme confinada en ella podría seguir regodeándome en el sentir de que las cosas me muestran lo que fui o lo que soy y me gusta.
No he entrado en muchas casas de otras personas, las justas, las de algunos amigos o familiares y poco más; las que me muestran en la televisión que siempre parecen estén preparadas para vendernos muebles o el inmueble y a pesar de estar llenas de cosas, todo parece recién comprado, listo para, solo, causar una buena impresión en cámara. Veo la importancia que pueden darle a un mueble, más que al contenido del mismo y no como un simple portador de eso que nos hace ser nosotros. Otros suelen tener suerte y esos, los muebles son parte de ellos, de las veces que pasaron de mano en mano, perdiendo la facultad de ser mobiliario para ser órgano en una casa. Hay gente que decora su vivienda como si fuesen cirujanos plásticos, tapadores de defectos y carencias, como si todo es perceptible de ser cambiado en cualquier momento y por mucho color que le pongan, aquello sigue demasiado aséptico. Otros por el contrario a la hora de decorar se sienten médicos de cabecera que protegen, cuidan en extremo que todo esté bien, pero sin perder la necesidad que da el uso y hacen que el corazón de una casa sea un conjunto, un lugar donde sentir el latido de las personas que allí viven. Por esto creo que es muy importante rodearse de aquello que nos hace ser felices; los recuerdos, los deseos, las estancias, los paseos que dimos… todo eso somos nosotros y de vernos postrados en cama, al mirar a nuestro alrededor veremos las salpicaduras de nuestra vida. 

martes, 23 de octubre de 2012


Sin ser yo nada de eso... lo entiendo.
Imagino al artista de pequeño, siendo un infante con pocos, o ningún amigo; seguramente ya tiene ciertas tendencias que le hacen un tanto diferente a los demás niños, quizás no sea del todo culpa suya, por lo general los veo como entes descolocados. Sus padres suelen ser “normales”, con la premisa de querer serlo, sin mayores aspavientos, con la necesidad de progresar normal que tienen todos los jóvenes adultos. Es posible que se pase el tiempo haciendo dos cosas: preguntando y recreando las respuestas. Por lo general, las preguntas suelen ser proporcionales a las respuestas, a más complicación en ellas, más simples son. Buscaran en la genealogía alguna diferencia con lo normal, algún familiar que se le aproxime, bien por excéntrico, listo o aventurero y cambiará toda la información hasta darle el punto deseado. Así pues un niño que nace artista, tendrá algunos ascendientes que ya lo eran, que se les intuía como los puntos altos de la familia, incluso después de ser ingresados o encarcelados. Lo mejor suele ser los familiares que desaparecieron en combate, bien por una de esas guerras que pillan cada equis años o bien porque salieron a por tabaco y a pesar de no fumar, nunca regresaron. Estos son los mejores, se les insulta, se comenta donde pueden estar y que fue de ellos, dando mucho juego para un niño artista.
Es normal que en todas las familias siempre haya algún otro “artista” con mayor o menor fortuna. Desde aquella tía lejana que era considerada “de vida alegre” y que por consenso familiar se le adjudicaba una vida de… pongamos bailarina con amantes, a la de un bisabuelo que en vez de ser emigrante se convirtió en aventurero; viajo de un punto a otro del país persiguiendo una quimera, comer, para lo cual hizo cientos de trabajos, incluida esa vez que estuvo trabajando como ayudante de domador en un circo de mala muerte. Los leones eran tan peligrosos como gatos muertos de hambre y él solo limpiaba la pista y montaba las jaulas, pero la palabra “circo” tiene connotaciones afines con el alma de un artista, más siendo niño, así que esto es una buena noticia.
A veces, de no tener mayores referencias se echa mano de los vecinos o los que pasaron cerca, pero nunca serán lo suficientemente importantes, ni como de la familia.
El niño artista se pasa muchos ratos solo, muchos hablando con una única persona, él y esto puede retorcer la mente más correcta. Los progenitores y hermanos se preocupan, pero ante tanta rareza se unen para cortar por lo sano, bien enviando al chiquillo a un reformatorio, aunque se llamen internado o una escuela militar, no sin antes haberle machacado por la parte sentimental todo lo que podían. Crece en un entorno negativo, desposeído de toda lógica abstracta y cargado de resentimiento, no por su parte, más bien por todos los demás. No pueden soportar que uno del grupo salga del tiesto y cree sus propias flores. Por lo general estas biografías tienen un impasse lleno de granos y amor desolado que culmina con dos puntos que bien pueden estar alejados uno de otro, sin remedio. O reconduce su pasión (a esta edad se llama pasión al arte descubriendo la música, la plástica o la poesía) o se integra en la mediocridad de la vida, que siempre es mediocre desde su punto de vista tan lejano de la norma.
Es posible que en ese camino el creador haya sufrido retortijones morales y de tener suerte no termine siendo adicto a cualquier tipo de droga o en la cárcel pagando por algo que no le pertenece. Algo que les marca, suelen ser idiotas, rematadamente desastrosos con la vida real.
Las explosiones interiores no se pueden controlar, el joven hombre sentirá que el sexo se mezcla con la creatividad y de no ser por las normas, las formas, no se podrá controlar el estallido. Pobres artistas los que lo intentan, mueren pronto, con las entrañas carcomidas ya que por mucho que se diga, esa lava no se puede contener. Si por una de aquellas ha ido probando que era aquello que le venía a medida, caerá en la desesperación, es costoso darse cuenta de que no siempre uno está hecho, tiene aptitudes para alguna rama de las artes, incluso puede darse el caso de que ninguna le sea propicia y sí una mezcla de todas juntas o las diferentes ramificaciones que tienen, como sería dedicarse a la crítica, a la decoración o la fotografía. Se puede ser un artista sin brazos, sin ojos, pero no sin alma y cuando esta está revuelta es muy posible que te califiquen de loco. Ten cuidado con tus hijos, tan malo es no darse cuenta de que es un niño especial, como querer tener uno y enseñarlo a los amigos. Ninguno de los dos casos soportaran la presión y es posible que se encuentren en la misma habitación acolchada, pero no se tengan nada que decir… salvo que se den cuenta de que el uno, no puede vivir sin el otro, la creación es cosa de dos, el loco que mira y el loco que hace posible que mirar.
Un estudio a gran escala confirma el vínculo entre la creatividad y los trastornos mentales

http://www.tendencias21.net/Un-estudio-a-gran-escala-confirma-el-vinculo-entre-la-creatividad-y-los-trastornos-mentales_a13714.html

lunes, 22 de octubre de 2012


No quiero que me conozcan por esto, ni por otro montón de cosas que hacemos en este país.
Así en rápido os comento: Es un documental donde una persona explica la experiencia que ha tenido al ir a una de estas seudo cacerías o un tiro pichón. Hace una descripción de como en vez de usar los clásicos "platos" se estaban tirando perdices. Perdices vivas, jovencitas, lo justo para entrar en los lanzadores. Explica como los pobres bichos salían tocados por el lanzamiento y que los cazadores, en familia se aposentaban para tirar con la escopeta. Recalca que es cosa de padres e hijos en comandita.
Cuenta como las aves eran abatidas sin la más mínima posibilidad de salvarse, ya que o bien salían ya heridas o bien se las mataba o hería más en vuelo. Dice que el suelo, y lo muestra, estaba alfombrado de ellas y que se retorcían, aun vivas, esperando la muerte que no llegaba, ya que nadie las recogía.
Es evidente que no todos los españoles estamos gustosos de este tipo de matanzas, ni cabras como payasos, ni toros reventados... nosotros no somos así. Pero lo permitimos, como permitimos otro montón de cosas que nos parecen normales y son realmente bestias o hirientes, ya no solo para los animales, también para los vecinos. Cuenta que los ayuntamientos están de acuerdo con esto, que son tradiciones que se subvencionan... no creo que pase eso, los propios cazadores lo hacen, pero sigue siendo algo terrible, algo que no habla muy bien de que aquí los pobladores seamos muy humanos.
Ahora toca hablar de esto, del maltrato animal, pero que voy a esperar de un gobierno que tiene gentes viviendo en la calle, o en esas chabolas que de vez en cuando allanan las máquinas sin dar otro tipo de solución. En otros países pasan otras cosas, igualmente estúpidas, pero ahora nos señalan a nosotros y en este caso , hablan de mí y de ti.

Me doy cuenta de la poca memoria que tengo, había encontrado un artículo de reflexión, uno de esos que hasta hace unos años solo existían en las esquinas de los periódicos de papel, con formato alargado y que no debían de ser muy bien considerados porque se hacían difíciles de leer; solían traer una mini foto de un señor, raramente señora, con el nombre debajo y un mini titular al lado. Qué época en la que la opinión del periodista o del sabelotodo, amigo del director, no contaba mucho. Los otros, los periodistas de toda la vida mostraban su tendencia, su opinión en las preguntas y siempre era la misma, la que ese periódico mantenía, dando la cara o a escondidas… qué tiempos los de leer entre líneas, mucho más divertidos, que al final uno también ponía su granito de arena y leía lo que le daba la gana, entre líneas, digo. Ahora todos podemos exponer nuestras opiniones, seas periodista o no, entrando a formar parte de ese batallón de filósofos de teclado que tanto pululan por todas partes, incluida yo, que no llego ni a eso de lo poco que pienso las cosas. Habría que hacer una pestaña a lo de “filósofos del teclado” con los aventureros del clip, más que nada porque solo por ventura soltamos algunos pareceres, a veces acertados, otros debidamente empaquetados, como los que andan en el mundo de las magias, por si en esas, cuela.
El caso es que he leído un artículo mientras me tomaba el café, no he visto foto del opinador, solo publicidad de no sé qué cosa que he tenido que apartar (cada día lo ponen más difícil esto) y lo he mirado solo por encima, pensando en que luego le concedería algunos de mis preciosos minutos. Lo digo como si mis tiempos fuesen bonitos, que lo son.
El hombre decía que ya se estaba dando el caso de alegría editorial, que había visto tres o cuatro directores de estas empresas frotándose las manos en los premios Planeta. Contaba que hablaban y bebían contentos, cosa rara en los últimos tiempos y que al ser preguntados solo sonreían con cierta mala leche, sin decir lo que les estaba poniendo tan contentos. Se tachaba de curioso y que no paró hasta ver que era aquello que les animaba tanto. La cosa era que había cogido a uno de una editorial pequeña y le había invitado a unas copas, por aquello de sonsacar que era lo que pasaba. Al tercer gintonic con limón, como marcan los cánones, su lengua se soltó sin remedio. Le contaba el editor que les había llegado una información secreta donde se les instaba a que se preparasen para la reedición de todos los títulos con vistas a los nuevos mercados.
“Me sorprendió mucho esto”, dice el del artículo, “pensé que se trataba del mercado de Azərbaycan o del de países árabes…” luego cuenta la sorpresa de que no, de que las nuevas ediciones son para nuestro mercado patrio y expatrio, o sea para los “nuevos” países que se avecinaban, y que mientras esto ocurría ya se estaban poniendo manos a la obra con los títulos más relevantes de la literatura mundial. La cosa no solo era reeditarlos en vasco o catalán, que eso en muchos casos ya se ha hecho, lo nuevo del asunto es por el nombre; no solo se ha de cambiar a estos idiomas, también en castellano, ya que los compradores sudamericanos estarían más que satisfechos con esta medida, en especial con el gobierno de Venezuela.
La idea que tenían era esa, editar todo nuevamente con pequeños cambios. Por ejemplo: Huckleberry Finn, el de las aventuras de Mark Twain, ahora pasará a llamarse Arandano Finn, Naviu Finn o Cranberry en vasco, o el señor Cervantes que no solo será Miguel, también Miquel o Mitxel y su querido Sancho tendrá Antso y Sanç, quedando bonito un Don Kijote Mantxa'ko o L'enginyós cavaller Don Quixot de la Manxa, igual de ingenioso pero en catalán. Y así se hará con todas las obras, todos los protagonistas o autores perderán el nombre original por la acepción que tengan en el de cada uno, bien sea gallego, balbe, andaluz o vasco y desde luego castellano.
Imagínense la cantidad de nuevas obras editadas, normal el contento. Habrá que cambiar hasta los libros de la universidad, y de paso se podrán hacer esas “regularizaciones” que tanto gustan a los políticos que estén en ese momento en el poder. No me gusta la idea, porque aun recuerdo los tiempos en que había un Kik Duglas y tenía un hijo que se llamaba Maikel Daglas, no sé si se usará Kirk como lo que es, iglesia o se dejará tal cual, que en muchos casos suenan más que irrisorios… Jorge El Arbusto Caminante o lo que en su materna lengua era George Walker Bush, y tanta chanza nos produjo.
La verdad es que no he podido leer si al autor le parecía bien o mal, si le producía tanta risa como a mí y tanta desesperanza, que sé de primera mano lo que es tener que hablar con guiris y encontrarme con que lo que yo digo, siempre, irremediablemente se dice de otra manera y no hay forma de entenderse, sobre todo con las risas de los que me escuchan. Yo pensaba que había que abrirse, que la cultura era otra cosa… Un beso, os quiere, Miren Koldobike.  

domingo, 21 de octubre de 2012


Siempre digo que la lluvia es gratis. Claro que como todo pareciese que un gobierno inútil quisiera decir... llueve por encima de vuestras posibilidades y nos ahogamos, nos soliviantamos al ver que no para, que le dimos ya las gracias y ell
a, erre que erre, a su gusto, sin pensar.
En todas partes cuando esta cosa fresquita y mojada enloquece y le da por ahogarnos, a nosotros y a nuestras cosas, sale siempre un gracioso, un listo, un enterau que dice eso de que nos aposentamos mal, que si hicimos casas donde no se puede, que si desviamos la naturaleza y se enfadó… Pero digo yo que esto no es tan así como nos lo pintan. Claro que vivimos en vaguadas, claro que hicimos presas, pero de no ser por esto, muchas veces no tendríamos agua para beber o eso que tanto nos gusta y que nunca se sabe muy a ciencia cierta a que se refiere, el progreso, lo veríamos de lejos.
¿Y un buen vendaval? O el mar que se enfade y quiera pasear por las calles, que a lo mejor antes le pertenecían. Veo libros viejos con láminas donde antes el agua lo inundaba todo y ahora google se pasea por sus portales con dignidad, sin ser muy consciente de que en el número 43 hubo unas rocas donde vivía una familia de congrios. Nada hay en la naturaleza que no pueda, un día, querer demostrarnos lo pequeñitos que somos, nada. Incluso a sabiendas, nos da un poco igual porque lo nuestro es vivir al día, pensamos lo justo en las herencias y nos importa un carajo lo natural. Esto lo tendrá que decir el concejal de turno en el ayuntamiento y vaya usted a saber si ese pavo no está emocionado por este progreso y por la “felicitación y agradecimiento” que le ha de llegar a su casa. Nos dicen que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y me imagino una riada de esto, de posibilidades corriendo por los campos, por las calles y a las gentes ansiosas de pescar la mejor de ellas para su bienestar. Nadie espera que haya una riada de posibles, un huracán de lucros o un tsunami de ganancias que nos ahoguen en fortuna, y no sé por qué, si todos nos empeñamos en eso.
La lluvia es gratis y dispersa, antojadiza, no muy solidaria y creo que caprichosa… una pena que me guste tanto escuchar su canto y sentirla en las mejillas.

viernes, 19 de octubre de 2012


Ayer se nos fue un mito erótico de la antigüedad… He pensado que la antigüedad debe ser eso que pasa a la región del olvido, quizás no tenga muchos años, pero la sociedad corre tanto que aparcados quedan muchas de las inquietudes que por un momento, un instante en la edad del mundo, se instaló a nuestro lado. Uno de estos personajes fue esta mujer, Sylvia Kristel, una muchacha bonita que dio alegría a los cuerpos de una época donde el cuerpo empezaba a cantar con música de libertad. En los setenta apareció como un refresco del que todos querían beber, un lujo con que poder soñar y ella lo alimentaba divinamente. ¿Quién no se ha sentado en una de esas sillas, únicamente pensando en Emmanuelle? Recuerdo haber leído el libro y como novela erótica es una más, pero como película, fue excepcional. No sé si la fotografía o los diálogos eran esto, pero en sí, se hizo algo que representaba la libertad, aunque fuese sexual, esa que en este país tanto nos ha costado ver.
Emmanuelle, no solo es una película y una muchacha libre, es un ir a escondidas a disfrutar, un cotilleo de bar sin niños delante y seguramente fue un poco de santo morbo en las camas de muchos españoles.
Por unos años fue la imagen hasta que un cruce de piernas lo desbancó y quedó en eso, en la antigüedad del recuerdo.
Aquí paso la canción por excelencia, que era la banda original de la película.
Canción original de Pierre Bachelet - Emmanuelle

martes, 16 de octubre de 2012


Cuantas veces te has sentido observado por esas personas que se apartan, que miran desde una distancia prudencial y descubriste el sentido ese, que debe ser el noveno, el del ridículo… claro que bien mirado, los ridículos son ellos, los que
 miran y se sienten jueces de lo social, ellos no hacen nada, solo juzgan. Cuantas veces has dejado de pintar, de cantar, de bailar o simplemente de hacer algo por ese sentimiento que tienes de culpa, que se presenta cuando siendo un niño la abuela deja de aplaudir las tonterías que haces.
No te avisan, no te dicen: “Pepito, de verdad, que esos gestos no son graciosos, qué tienes 13 años!” y el pobre Pepito sale al mundo pensando que su abuela ya no le quiere, que nadie le comprende y que si desde siempre eso que hace provocó risas… Ahora es ridículo, te han mentido.
Somos idiotas, somos unos pobres ignorantes que le tenemos miedo a todo, sobre todo a ser felices haciendo lo que nos da la real gana. ¿Qué no eres capaz de entonar? ¿Qué no pintas realista? ¿Qué tu cocina es sosa? ¿No sabes donde dejaste el ritmo? ¡Pues no pasa nada! Absolutamente nada. Si por ir con esa ropa, por hacer tal o cual gesto, por bailar mal, te resientes, solo puede pasar dos cosas: que no des lo mejor de ti o que estás rodeado de pobres (de espíritu) que no entienden nada. Enseñémosles lo que es el arte de verdad, el nuestro, el de cada uno; mostremos que lo que se hace por placer, por agradarse uno mismo, no tiene porque ser forzosamente lo que otros den por bueno. Me encantaría romper las cintas que me retienen, esas que no me dejan bailar como me sale de los pies… Y sí, soy hortera, soy fea, parezco un pato mareau y además me encanta. ¿Quién marcó las normas de la estética? Se clama por cambiar las constituciones, las leyes, la sociedad y no podemos cambiar, mejor dicho, borrar las normas que ni siquiera están escritas de lo que es la felicidad.
Lo excepcional llena coliseos, lo natural, llena el mundo y es totalmente gratis, un regalo para los sentidos.
Ahora mira el clip, ten paciencia que el final... merece la pena. Yo soy el que baila, ¿tu?


La pregunta es: ¿Nuestra realidad es real? A veces hay preguntas que deberían tener por lo menos cuatro ítem, sin trampa, como en un examen serio, A,B,C,D. 
Como en una de esas pruebas uno miraría la pregunta y las supuestas “verdades” en 
los ítem donde se esconde la autentica y única respuesta. Esto estaría bien y en sí mismo sería ya como tener la respuesta. Puede ser que de las cuatro, una sea la clásica tontuna de los examinadores, una que trasladada a la vida real podría enmarcarse en esas creencias montadas para la satisfacción de algún ego enloquecido que un día miro hacia abajo y pudo ver su personalidad colgando entre sus piernas; suelen ser graciosas, casi se agradecen porque anima ver que somos capaces de extrapolarlas del conjunto. Quedan tres posibilidades y visto lo visto, una es solo un suponer, una creencia arraigada con estratos de realidad que no llega a fraguar, salvo que se beba mucho o que se tenga un tarro de fe a mano. Dos es una cantidad de posibilidades infinitas; según sean las posibles respuestas es mejor leerlas con detenimiento y pensar que de haber estudiado no tendríamos dudas. 
¿Hemos estudiado lo suficiente? Me temo que no, que tenemos demasiado peso en las mochilas y cuando llegamos a clase estamos tan cansados que no nos apetece abrir las posibilidades. Tampoco es que estudiar sirva de mucho, hay grandes eventos que nos han cargado de despistes, que en el fondo somos como los animales que de no estar en guardia, estamos contentos y nuestras alertas se evaporan al juntarse con el olor de la comida. 
Mi realidad cambia poco y me alegro por ello, pero soy consciente de que nada es seguro. Si hoy estoy sin dolor, mañana puedo morir por la peor de las contraindicaciones de la vida, la simple muerte. Si me siento feliz, también puede ser que se agote la llama que ilumina mi vida y la ceguera haga que la realidad sea solo un mundo de sonidos que cambian solo con el movimiento de mis orejas. No se puede asegurar nada aunque la esperanza por acertar, la del ignorante se base en las probabilidades. Tomo el bote de fe, que para los que creemos en lo que vemos y en que el aire existe aunque no lo veamos y me lo bebo. Hago mil gestos, rápidos, al antojo de mi locura, y pienso en que de haber otra realidad, seguramente será antagónica a esta nuestra y espero que alguna Marixa esté ahora sintiendo que pierde el norte. Si nuestra realidad es real… es una estupidez, la realidad solo puede ser real, menos en Hollywood donde es de otra manera, mucho más bonita.

lunes, 15 de octubre de 2012


No recuerdo bien cuál fue mi primera prueba científica del porqué de las cosas, seguramente, un dos en uno; saber cuántas veces soportaba un chupete ser tirado al suelo, prueba de calidad y las que aguantaba mi madre al agacharse y volver a dármelo, prueba psicológica. Luego vinieron otras con mayor o menor fortuna, algunas ni siquiera han servido para nada, como ver la velocidad de mi padre ante una carrera hacia la carretera, siempre corría más que yo y quedaba demostrado que la malicia de un niño es directamente proporcional al tono de la cara con que se quedan los que te rodean.
Las hice buenas y a conciencia, incluso algunas sin ser muy consciente, pero todas con un espíritu curioso natural en mí. Creo que es por esto por lo que me gusta tanto cotillear en los portales de científicos, porque de alguna manera ellos hacen lo que no puedo hacer, tienen medios y al fin de cuentas las conclusiones hasta que no salen en los libros, y aun así, siempre se pueden mejorar. Estos del vídeo han hecho una de esas que solo es justificada por el aprender, el saber, pero que en este caso me da que no sirve de mucho. ¿Cuántas veces se ha de estrellar un avión sin pasajeros? Ninguna. Que si querían hacer pruebas de resistencia ya se puede, vía matemáticas y con esos aparatos que lo imaginan todo a base de parámetros la mar de monos.
Otra cosa hubiese sido si el aparato estuviese en las mismas condiciones que cuando volamos, lleno de gente y de combustible, con sus pilotos sudando y gritando por la radio: “Mayday! Mayday!Maday!” así repetida por tres que ya es lo más, un peligro real, donde está en juego las vidas humanas. En este caso al no haber tripulación me han dicho que estaban por poner el Help! de los Beatles, que siempre alegra todos los experimentos de este tipo. ¿Y cómo hacer para que este experimento hubiese sido un éxito real? No se me ocurren muchas opciones, supongo que a ellos, menos, pero hacer un reality al más puro estilo Gran Hermano, con sus concursantes deseosos de que las llamadas del público los echen de la nave, hubiese tenido gran audiencia, claro que como es un producto televisivo, habría que haber aprovisionado al avión en vuelo, recambio de pilotos y de azafatas… demasiado lío. Otra opción, quizás un poco más excéntrica sería la de convocar un casting de suicidas, que digo yo seguro da para una flota. Total, qué más da escribir una póstuma carta para un juez o la familia, toda sería y concienzuda, que para un concurso. En este caso seguro que no hacía falta ni sacar a los pilotos. Hubiésemos sabido cómo funciona realmente cuando te la pegas; nadie gritaría Mayday, salvo esos que siempre tienen que hacerse notar y se arrepienten en el último minuto. ¿Qué pasaría si en vez de que el experimento fuese mecánico y de reacción, lo fuese para ver hasta qué punto dios o la mente, ayuda? En este caso seguramente en vez de suicidas meterían a un nutrido grupo de espirituales, de todas las ramas, esos que se pasan la vida impartiendo conferencias de cómo potenciar nuestro amor, el espíritu o el intelecto. “El Poder de la Mente”, ya lo estoy viendo, el poder de la mente frenando una caída inminente… El poder del amor, acolchando el suelo… El poder del intelecto teletransportandonos a otra dimensión… Esta es la única a la que le supongo triunfo, claro que se transporta solo algo que no podemos saber con certeza que sea real y los cuerpos quedarían inservibles.
En fin, que este experimento no está muy acertado, acaso ¿usaran más aviones para que la prueba sea empírica? Me temo que no. Han tardado cuatro años en planearlo y viendo cómo anda la ciencia de economía, no creo que tengan más que para sacar una buena conclusión: Si un avión cae del cielo, te escacharras, seguro. Mejor será subir confesados, dejando todas nuestras cuitas solucionadas y esperando que el curso natural de las cosas esté a tu favor y no tengan que decir: Mayday! Ni una, ni dos, ni por supuesto, tres veces.

domingo, 14 de octubre de 2012


Acabo de leer... "Uno de cada cinco adultos usa Facebook para ligar"... A ver señoras y señores adultos, dejen por un momento los teclados. Acomódense en sus asientos y denle a la música... vamos a romper la estadística y pongámonos a aplaudir... plas, plas, plas... que esta canción lo requiere... Ahora ya no somos uno que quiere ligar, ni cuatro que no quiere, ahora todos nos estamos comportando como somos, unos aplaudidores en potencia... y... ¿por qué no bailar?... venga! que nos espera un vermú para contarnos lo adultos que somos y hasta donde llega nuestra sensatez... ¿Qué no eres sensato? Mejor! de serlo no estaríamos aquí y nos moriríamos de aburrimiento... Ya! ¿qué hay otros mundos que no son este? vale! pues no te preocupes, seguro que en esos... ¡tampoco ligas! jajaja No somos uno de cada cinco... somos el seis!

sábado, 13 de octubre de 2012


Estaba pensando que me gustaría ser... estoy en duda, si un 8 o un bonito 0... la verdad es que no lo tengo claro...
Ambos son pares... qué sí, que ahora el cero de toda la vida, ese que los viejos piensan que no tiene valor, lo tiene y es par.
A la par, por paridad, por par-tes, por par-tida doble, por... y es que la partícula par es exquisita, casi honrada, diría yo, que sabe cómo repartir nada y si no, que se lo pregunten al rey ese que quería partir un nano por la mitad. De haber cero niño, no se hubiese dado el caso; de haber un niño y cero madres, tampoco y es más... no tendría que haber ni rey... y este cuento sería uno de esos abstractos que como un cero cualquiera nos quieren imponer.
Si hay algo que me mosquea mucho son las fábulas, no me gustan nada. Siempre pierde alguien, uno es más listo que otro, uno es astuto y otro se muere de frío o se lo comen las manías... las fábulas son como las parábolas de los religiosos y las afirmaciones de los políticos, están hechas para confundir, para inculcar ideas que interesan a unos pocos. Ayer fue su muertocumpleaños (Felix María Samaniego) y lo releía mientras pensaba en la de veces que usamos de la jodida hormiga para machacar a los demás. Qué ese "demás" era un músico que alegraba la vida. El muy tonto no cobraba por ello y claro, luego pasa lo que pasa, que tiene cero en la despensa y se muere de asco. La otra, la pedante hormiga no para de currar y de almacenar... si es que la veo gobernador animal de algo... esa, seguro que es impar. 

viernes, 12 de octubre de 2012


Una de las cosas que pondría en la lista de objetos que me han gustado, que me hizo pasar muy buenos ratos y que deje mil horas en eso, sin duda es la Game Boy.
La primera, la gris grandota que apareció en casa de la mano de mi hijo y que me apropie descaradamente, fue mi compañera de juegos durante mucho tiempo. Al poco regale una a mi padre y el hombre dejo de hacer solitarios para colgarse del Tetris. Se pasaba las horas de su jubilación dándole a los controles y cuando llegaba a una nueva meta corría a enseñárselo a mi madre para que le sirviese de testigo, luego me telefoneaba y todo contento me contaba que al final… salía un pingüino tocando un violín.
Era muy gracioso ver a los niños que rodeaban para admirarse de mi agilidad en el juego. He jugado a mil cosas diferentes y he tenido un montón de maquinitas desde aquella gris hasta las más nuevas. Ya no la llevo en el bolso, ahora un tablet ha conseguido separarnos, debe ser el tamaño de la pantalla que ya no tengo la vista como antes. Pero aun así, cuando viajo, me acompaña.
Nunca he conocido un juguete que sea tan robusto, tan fiable y tan gustoso. Ya podía ser un ejemplo para los actuales fabricantes de máquinas que se mueren antes de que te aburras.
Sin duda es mi maquinita, mi juguete preferido con mucho. Ahora todos hacen lo mismo que hacía yo hace unos años, jugar, con su móvil, pero jugar al fin y al cabo, que me da a mí que esto gusta a todos, a casi todos.
Esta es una buena peli que cuenta la historia de esta preciosidad.

Vaya! un día de esos que el país se reúne para celebrar algo. No sé que hay que celebrar... porque lo del Nobel no será, que esto lo tienen preparado como las Fallas de un año para otro y sin duda los soldaditos, a la que terminó el del año pasado, se peleaban por salir en el de este, me refiero al desfile ese que hacen, ese que como cada año congrega a las autoridades, sus esposas, a los militares, sus esposas, a los familiares de todos, sus esposas y a periodistas. Los periodistas seguramente son los que mejor lo pasan, desde que aquel socialista no se levantó cuando pasaba la bandera americana... todo se ha venido arriba. A lo mejor no, porque ya de antes se hacía cola para poder ver de cerca a Franco, o mejor al rey, por si se tropezaba o en su campechanía hacia una de esas gracias propias del monarca. Los soldados una vez que ves uno, los ves todos, otra cosa sería que por lo menos se animasen. Estos desfiles son absurdos, música por un lado, marchas por otro... y digo yo, ¿no sería mucho más del pueblo, que el paseillo fuese a modo flashmob? Si Valerio Lazarov levantase la cabeza... Este año algo esperan, se huele en el ambiente, se palpa, demasiadas movidas en un país donde campan los ladrones institucionales, demasiada gente sin futuro, sin recursos. Ya no vemos aquellos desfiles de patriotas emocionados, con sus armas limpias y su paso firme... Ahora es un mero trámite para que los viejos no se aburran un día de fiesta y para justificar medallas. Qué esto es una democracia y no he visto nada mejor para la discusión, la división y el acatamiento... teniendo todo esto mejor fama que una dictadura cualquiera, esperando que todos participen, cada uno a su modo, ellos, uniformados y con una música propicia. Por una vez y sin que sirva de precedente, animo la cosa con algo militar. Buscaba, tengo que reconocerlo, una de esas alemanas, de Wagner, pero no quiero amargar el día a nadie, que a lo mejor ustedes lo celebran como lo que es, El Día de la Patria España, esa con un pueblo feliz y prospero donde todos saldríamos a desfilar...

miércoles, 10 de octubre de 2012


Esta es una de esas visiones que no tengo en mis recuerdos, no estuve allí. Seguramente de haber ido mi vida de joven habría recorrido otros caminos llenos de flores y música, hubiese descubierto el mundo en colores. Los caminos de fresas volverían a mí en forma de olor y seguiría defendiendo el símbolo; habría encontrado al amor de mi vida y mi hijo tendría un nombre diferente. Pintaría, escribiría cuentos sobre países soñados... No estuve allí pero, ¿sabes una cosa? lo hice muchas veces... el lugar no es lo importante, la edad no representa nada porque el tiempo se lo marca cada uno... y el tiempo de las flores siempre está presente.

Ya sé que esto de los anuncios a veces me trae a maltraer...  pero hoy me he dicho: reina, busca algo para que caigamos en que hoy se celebra un día de esos...
No es navidad, ni el día del color rojo, ni el de los enamorados, ni el de los sanos... hoy es el día que han escogido para recordar las enfermedades mentales. ¿Cómo no contar con esto? A la fuerza, sin camisa, lo recuerdo, que una a veces tiene la sensación de pasar la línea y otras, la certeza de haberla pasado... Así que antes de que se me vaya el presente a otros derroteros más psicodélicos, subo este anuncio de Radio La Colifata. No tenéis que beber nada para verlo. Lo recordaba con agrado, porque en la mayoría de las veces que nos acercamos a la enfermedad mental es solo a modo de chiste, de comparativa graciosa o para recriminar a las instituciones que pongan orden en... ¿en? No nos gusta tener un vecino "rarito", nos asusta; no nos gusta escuchar que tal o cual "criminal" ha sido declarado enfermo mental; no soportamos pensar que las acciones desagradables tienen una justificación...
Nos sentimos tan desprotegidos cuando hablamos de esto que produce una rabia incontrolada, se enfurece la masa, enloquecemos... ¿enloquecemos? "¡Estamos locos! ¿o qué?" y en estas eso que hizo estragos solo fue locura transitoria.
Para algunos, no es transitoria, vive con ellos y es difícil recorrer el camino a base de pastillas o ingresos. Se hace casi imposible borrar de la mente del vecino que un día las cosas empezaron a ponerse difíciles y la amargura se juntó con la incomprensión.
Nadie puede decir que no ha hecho locuras, lo triste es cuando las "locuras" te hacen a ti.
Con suerte, un día como hoy, los gobernantes, a pesar de la crisis, se ponen del lado de los afectados y conseguimos que se ayude a todas las partes implicadas... al fin de cuentas, ¿quién no se ha vuelto loco alguna vez?

martes, 9 de octubre de 2012


Veo esta noticia y siento un asco… No entiendo muy bien a que se refiere la sentencia, imagino que está hecha por un tipo, no me atrevo a llamarle hombre, porque entonces mi cabreo sube de grado; hizo algo que dice mucho de él como persona. Me dice que no es mujer. Digo mujer porque es a nosotras a quienes este tipo de cosas nos pasan con más asiduidad. Muchas podrían contar que se han encontrado en situaciones similares, seguramente el tipo que teníamos por jefe supo parar, o la implicada poner pies en polvorosa.
Si por casualidad te encuentras con un problema así, un jefe que te está todo el tiempo avasallando con aires sexuales, tienes pocas opciones: Aguantas y no cedes, renuncias a tu trabajo, denuncias ante la justicia o cedes. Y… Como veis he dejado el último recurso para el final porque no creo que sea muy legal.
Aguantas y no cedes, con lo cual tienes que estar trabajando con mil ojos, siempre buscando la complicidad de la masa para que no se pase el Cabrón (a partir de ahora cuando me refiera a un tipo de estos voy a usar esta palabra) y trabajar así se convierte en un suplicio. En esta forma, él gana, en el fondo disfruta mucho de esta situación, tanto si te resistes, como si no.
Renuncias a tu trabajo, con lo cual te sientes frustrada, sin culpa alguna y hoy en día casi es peor; cuando vayas al Inem a decir que buscas un empleo porque perdiste el que tenías a causa de que el Cabrón de tu jefe te amargaba la vida ya que no sabía lo que era un NO, pondrán caras, y a lo mejor encuentras un cabroncete que haga hasta chistecillos con el tema. Tranquila, lo primero es lo primero y tú no tienes culpa alguna. Nos encontramos muchas veces con estas situaciones, reírse de algunas circunstancias sexuales es cosa de la educación, poco a poco vamos recuperando un respeto que casi no tuvimos, pero que tendremos algun día.
Denuncias a la justicia y puede pasar de todo. Que des con un juez que sea de esos que recuerdan que tienen madres, esposas o hijas y que cualquiera puede encontrarse en una situación así, que no deja de ser una extorsión, un abuso… pero claro, también puedes dar con alguno que no vea el problema. Si no lo ve es que es un cabrón como el otro y que cada vez que ve a una mujer a la que le gustaría acercarse, cambia su normal pensamiento asertivo y se coloca en ese que les hace decir cosas como: “La ley, como a las mujeres, esta para violarla” y a la que vamos lo intentan a todas horas, con la ley y con nosotras. La sentencia no será a tu favor, quedaras como una estúpida que no aguanta nada. Una imbécil que no sabe distinguir una violación en un callejón oscuro a un sobeteo, un beso furtivo, un tocar el culo, un soy tu jefe… pobre mujer, ¿lo mismo pensaba que el susodicho Cabrón quería casarse con ella?
A veces eso no es un suplicio, a veces puede darse el caso de que la mujer acepte el juego… siendo libremente… solo un apunte un poco cargado de tristeza. A mí no me parece mal que la gente juegue con las perversiones, para eso están para dar morbo a las relaciones y que podamos sacarles más partido, al final el sexo está para disfrutar… vale! Pero siempre que sea aceptado por las partes, que se inicie con una puesta en escena donde las sorpresas no hagan que alguno de ellos se sienta mal, miserable… esto no tiene nada que ver con el sexo.
Este es el final y aquí entra mi último recurso. Como lo que voy a decir no es del todo legal, bueno, es ilegal del todo, lo voy a contar con una de esas que usan los cristianos… Parábola de la cucaracha.
He descubierto una cucaracha en el trabajo, es mucho más grande y poderosa de las que habían visto hasta ahora y da mucho asco. Se pasea por encima de las cosas como si fuesen suyas y a veces consigue que los empleados no pasen por donde quieren. Ella se sabía dueña y señora, le daba igual que estuvieses en un reunión, con un cliente o mirando el correo, allí aparecía por entre las patas, rozándote, insinuando que sabía de tu miedo… Esas veces que abriste una carpeta y allí estaba mirándote lasciva… Un día no pudiste más y empezaste a imaginar soluciones para esto, ya le habías avisado: “eso no se hace”, pero ella erre que erre. Pensaste en dos opciones: darle un pisotón y terminar el asunto o… o utilizar una cosa de esas que matan los bichos lentamente, esas trampas que lo dejan al descubierto, que rompen con la monotonía y te hacen sentir mejor… Quedó al descubierto, todos pudieron ver que te estaba haciendo, lo grabaste y ya es trending topics o uno de los clips más visitados. Todas las cucarachas quedan avisadas…  
Copio y pego: “Dar palmadas en las nalgas, dar un beso en la oreja, abrazar, dar un beso en los labios, acariciar la pierna o el pelo (...) no implican la proposición de ninguna relación sexual, sino que suponen la realización de actos de contenido sexual”

Dicen que si recuerdas a los muertos, si tocas lo que tocaron, si usas lo que usaron y escuchas lo que cantaron… están menos muertos y medio viven. Hacemos cosas sin pensar; no reparamos que mucho de eso que inventamos quedará en la memoria de alguien y que ese alguien es posible que rememore y nos haga vivir a medias, a pesar de estar muertos. A veces es un hilo conductor de muchas sintonías las que, unidas, hacen posible que esto sea más que un simple y cariñoso recuerdo, hacen que el lamento por la pérdida se convierta en canto, en uso y en revolución.
Mis muertos me rondan siempre, porque toco, uso o escucho y me gusta. Eso, ese pasado que revivo me hace ser como soy, aunque en el instante esclarezca los hechos, manipule los objetos y la música… la música no cambia, sigue igual, con su mano firme que me encamina… Me gusta y me ciega para ver lo nuevo, pero sé que también yo estoy medio muerta y solo revivo con los recuerdos, lo actual solo es usado para respirar, qué también es mucho.
Muchas felicidades amigo John, gracias por tantos buenos recuerdos… Sé que los peces te acompañan en todas tus canciones. 

lunes, 8 de octubre de 2012


De pronto un día escuché a mi madre qué, hablando con mi padre, comentaba: “La ama está muy gorda” Esa “ama” era mi abuela y verdaderamente estaba muy gordita. Era una clásica yaya con su baja estatura, sus buenas tetas que se juntaban en el medio del pecho y podías meter la grandota medalla que colgaba de su cuello, este era un juego que recuerdo de mi infancia. Mi abuela era de las cocineras que habían pasado hambre y por lo tanto, ahora que podía cargaba de grasa la mayoría de los guisos. Todo era hacernos cantidades enormes de comida, como si no hubiese un mañana. Cocinaba muy bien, como todas las madres y además tenía lo que se dice, un buen saque. Nunca antes me había fijado en eso, en que hay gente a la que los demás llaman gordos o gordas; de su boca solo había escuchado la palabra “hermoso” para identificar eso, el exceso de peso. A partir de este día le convencieron para ir al médico y tuvo la suerte de que la enviaron a un endocrino que le puso un régimen de esos de verdad, de los que si lo sigues al pie de la letra no te dejan mal y al final adelgazas. A los meses se quedo en la mitad, me quedé con una mini abuelita a la que le había cambiado el carácter. Pasó de ser una socarrona que todo lo enfocaba con el buen comer a una viejilla con mala leche. Supongo que siempre la tuvo, pero ahora se le notaba más.
Imagino que este fue el disparo de salida hacia una carrera de la que casi no te puedes librar. No es solo la estética la que nos encandila con degaldeces, es también el nivel sanitario que nos marca un camino ideal para la vida; claro que cuando la cosa entra en ciencia es mucho más aburrida y uno no se marca este canon, se lanza al comparativo con los iconos del arte o de la estética. Todo te encamina a que seas cada vez más estilizado; puedes ser un inteligente profesional, pero si te sales de la estética que marca una cuadrilla de listos que nos quieren vender sus productos… mal. Nunca serás el rey de las fiestas, ni la princesa escogida por uno de esos maniquís que se llaman a sí mismos “perfectos”.
Ya nos hemos metido de lleno en la carrera por morir delgados y como además de bobos a veces somos unos capullos nos dejamos engañar por cosas que nos intentan vender a través de los anuncios de televisión o como sea. Hemos picado con las pulseras que te equilibran, con los imanes que te tensan o hierbas que hacen maravillas pero de las cuales no se ha demostrado científicamente su efectividad, aun llevando bandas con los nombres de laboratorios que se las dan de famosos. Nos engañan por todas partes, no hay faceta en la que uno pueda estar tranquilo pensando que lo que ves, es lo que es. Puede tratarse de una compañía telefónica, de un aparato que no es eficiente, de unas prendas que se rompen al poco de uso o incluso personas que dicen que harán esto o lo otro, pueden hasta jurar y luego nunca es lo que dijeron.
¿Nos vamos a tragar todo lo que nos digan? NO. Vamos a ser coherentes, unos pedazos de cuerpos con gracia, cargaditos de inteligencia y que saben regular lo justo su alimentación. Con el tiempo mi delgada yaya dejó de tener mala leche, volvió a comer todo lo que le apetecía y no engordó tanto como cabía esperar. Murió a los 98 años y creo que bastante satisfecha. Siempre recordaré esos macarrones nadadores que flotaban gracias estar abrazados a un chorizo salvavidas.

sábado, 6 de octubre de 2012


Os presento el método de cultivo Fukuoka. Es posible que lo conozcáis, bien por tener referencias o porque, sin nombre, alguna vez habéis hecho algo parecido. Lo triste es que esto no se hace costumbre y de hacerse, es cierto que debería de
 ser algo un poco pensado.
Conozco una persona que se pasó muchos años recolectando semillas en sus bolsillos. Cuando viajaba las iba esparciendo por el camino con la esperanza que estás prendiesen y el norte llegase al sur y el sur al norte, incluso la diagonal se hiciese una mezcla de ambos. Siempre pensó que esto era lo que se llamaba “una gracia del destino” y que bien podía ser ella la mismísima mano izquierda de este. Solo en un par de ocasiones pudo comprobar que eso que hacía funcionaba; no lamentaba las cientos de semillas que se habían perdido por el camino, siempre pensando que bien podían haber volado en el estomago de un ave o ser transformadas en otro tipo de energías.
Con los años he podido ver alguna cosa que no era de prever. He visto como algunas plantas no autóctonas se han instalado en distintas localizaciones y esto ha sido del todo triste y peliagudo, han destruido otras especies. A veces esto no es cosa del hombre, el mismo clima en su cambio lo hace propicio, pero… he visto esos cauces repletos y como los peces mueren o lo que allí se críe de toda la vida. Ante esto ya no lo tengo muy claro. De todos modos creo que para zonas pequeñas, para plantar dentro del territorio de cada uno, donde se puede ver cómo anda la cosa… me gusta, es algo divertido y provechoso, además de lo que la tierra gana.
Los árboles son majos, pero si además son de los que dan frutos que sirvan para la alimentación, me parecen un lujo. No entiendo porque no se plantan más de este tipo. Es un placer enorme sentarse bajo un árbol y merendar a su salud… sin parangón. Hagamos que esto sea normal y gratis.

¿Alguna vez te has sentido un "Margen de Error"? 
Terrible es pensar que podemos llegar a ser uno de esos repudiados, ese grupo al que nadie quiere pertenecer y por el que sin duda, contestamos a todas las preguntas que nos hacen. Podemos decir mentiras, pero eso no nos capacita para ser un "Margen de Error", eso lo será su padre. Que siempre dudaba si usted era hijo propio o solo apareció por ins
piración divina; que ella era una santa, una con medias de nailon y cintura de abejorro. Ella entraba en las encuestas como una más, sabía cocinar, ser solícita en todo momento y buena madre... --"Ya, pero... ¿sisaba?" Qué pregunta más tonta, más irreverente, las esposas no sisan, reajustan, recortan de aquí, de allá y luego consolidan la economía. Sisar es casi necesario, previsible y aceptado. Sí, siempre lo fue y si no, repasen el tiempo y cuantifiquen la de veces que en casa se compró algo por sorpresa o en las vacaciones había para helados todo el tiempo y un flotador de pato nuevo. No es lo mismo un “Margen de Error” que un “Error de Margen” esto es cierto y se dan casos en que un error cualquiera se convierta en un mozalbete con margen de duda, sea la progenitora de las que sisan dinero o pasión. Sisar en el amor también es normal, se puede ir recogiendo pedacitos, ahorrando emociones y tenerlos en reserva para poder usarlos cuando nos venga bien. Esto lo hacemos todos, sin duda, que en la soledad son como caramelos para un diabético; también se pueden regalar y entonces es cuando se deja de ser fiel y el resultante es un buen y rollizo “Margen de Error”, incluso para con el compañero, que no lo habían calculado.
No queremos que nos identifiquen como tal, preferimos estar en la encuesta como proporciones válidas, sensatas, reales y eso, hay que trabajarlo. No marques la opción “No sabe, no contesta”, apura hasta el último minuto, que parezca lo estás sopesando. Y cuando alguien te pida si puede introducir tus datos, vacila, dalos como con remilgos. Ellos ya los tienen de antemano, no les has de engañar, pero así parece que se consoliden tus respuestas y si es el caso, que metan en el margen a otro.

jueves, 4 de octubre de 2012


Cuando veas que los pájaros caminan, que los peces duermen en las orillas panza arriba o que los humanos se pelean… empieza a pensar. Llevo meses viendo cosas curiosas, muy curiosas; no me refiero solo a culebras de cinco cabezas o las ya clásicas ovejas bipolares, no, me refiero a cosas como que las máquinas pueden pensar o que los gobiernos… están por la labor de apoyar al pueblo. Hoy he visto una foca en Málaga, ¿qué será lo próximo? Pordios! Espero que no sea un elefante en Madrid, que ya sabemos tiene los días contados. Mi perra ha empezado a leer el periódico. Culpa mía, lo sé, que ando pobre y aprovecho todo lo aprovechable, ya no tiro nada y este espíritu propio de mi inquietud que era el diogenismo se está disolviendo. Ahora tengo la certeza de que voy a necesitar estos apaños para un futuro que miro desde la ventana y veo, ciertamente, oscuro.
Ayer hablaba de la excelencia que no es valorada, repasaba las matemáticas y accedía al mundo de la estadística que tanto me gusta. Ya supongo que las estadísticas son casi todas un tanto fantasiosas, ¡qué le vamos a hacer! Se parecen tanto a mí… con esas curvas que ascienden, a veces vertiginosamente, otras en pausas cortas, como cuando paseas por la calle que andas avanzando a espacios. Una mirada aquí, un olor allí, un vecino a quien saludar… de ninguna manera te das cuenta de que la línea sube y sube… no eres consciente de lo que está pasando porque está vez la estadística es de las suaves. Te imaginas lo que sería estar en la cumbre, allí donde se puede apreciar el mundo en todo su esplendor y los ves, a los triunfadores, que pareciese han luchado por conseguir tener todo a sus pies. No lucharon, no hicieron grandes esfuerzos, les viene de familia o de amigos. Unos a otros se van presentando, enseñando las oportunidades y las toman, sin más, como si esto les perteneciese desde siempre. A lo mejor es que sí, que esto es cosa de unos pocos y la gran mayoría no llegaremos nunca a alcanzarles.
Tengo letras en el culo. Me senté encima de un periódico y allí que se aposentaron. Lo único que me molesta es que tengo que aprender a leer en un espejo, no es muy difícil y diré más, las noticias dadas la vuelta se entienden mejor. Parece increíble pero la perra y yo lo comentamos muchas veces; ella bosteza aburrida de leer siempre lo mismo y no es para menos. Además sirve de archivo que me he dado cuenta de que una de las cosas que me demuestran que el mundo está cambiando es el olvido. Uno real, denso, sin gratificación alguna, que se coloca de parte de los que nacieron en la zona alta de la estadística. Voy a ver si me hago de algún club secreto, que son los únicos que no entran en las cuentas, claro que por ser eso, secreto, no sé cómo me voy a enterar de que hacer… a lo mejor descifrando las noticias…

miércoles, 3 de octubre de 2012


¿ Sabéis que hay un cuchillo, un cuchillo superhydrophobic que puede cortar limpiamente una gota de agua? Es curioso los derroteros que toma la ciencia. Los imagino pensando la mar de serios, sobre sus posaderas, que ellos las tienen como t
odos, como gota de agua dividida; allí bajo una luz tenue, enfocando la vista a duras penas sobre un moderno monitor... quizás no están en un garaje, pero a lo mejor los lugares donde los meten para que piensen son receptáculos tristes, con poca alegría para que no se nos despisten. No sabemos qué ha de pasar por sus cabezas, ni ellos lo saben de rápido que piensan, y para nada han abierto una red social o están mirando una web con porno. Ellos miran profundamente a ninguna parte, como si la vida fuese interior.
Por fin se les ha ocurrido una gran idea, hacer un cuchillo tan fino y especial que sea capaz de cortar algo difícil, algo que no se pueda cortar por mucho que uno se empeñe. Miran las revistas de segunda categoría, de ciencia, pero esas en que el toque es más sensacionalista y los datos tampoco se contrastan tanto. Al fin de cuentas son revistas científicas de cotilleos y eso, eso es lo mejor. Puedes ver fotos del momento en que se descubre algo, siempre con exceso de luz, por aquello de la famosa bombilla sobre la cabeza de todo aquel que tiene una idea. En esas revistas cuentan lo bueno y lo triste, lo pobre, lo desesperados que están cuando se escapa una célula por la mesa o cuando se mancha una bata impoluta. Qué caras de sorpresa, que los científicos también se sorprenden mucho, aunque sus muecas sean mínimas. Se miran estas revistas por si de los fracasos ajenos se puede sacar algo y ser debidamente corregido o copiado, sin más.
Esto es lo que vio uno de estos muchachos aburridos, uno que no podía cortar algo fino. Todos se ponen a la tarea; el jefe sale corriendo a ver al dueño, al amo, al presidente o el que sea que tiene que dar paso a los dólares que harán posible este nuevo trabajo. Se reúnen en desayunos con barritas energéticas y bebidas de esas que animan, y se ponen de acuerdo. Cada uno sale disparado, por fin tienen algo que hacer, inventar.
Y en esas inventan un supercuchillodefino; se vuelven todos a sus cuartos a pensar para que se puede usar esto. Salen ideas en el almuerzo cargado de proteínas sintéticas y deciden cortar lo incortable: una gota de agua.
En la mesa la gota, sola, insípida, incolora, fría, sin olor, aguantando estoicamente la tensión, aunque sea superficial; por la otra parte un grupo de hombres con toda la expectación puesta en esa supercuchilla. Se guarda silencio, casi sepulcral y aséptico, será uno de los jóvenes científicos el que realizará la prueba, los viejos siempre hacen esto para fastidiar, los pobres chicos meten la pata solo por el estrés y luego ellos lo solucionan y se sienten poderosos. El primer intento ha sido un éxito, la gota ha sido dividía por la mitad. Se calibra a ver si son equilibradas las partes, deben ser exactas, iguales, sin un átomo más de la cuenta o de lo contrario, alguien perderá mucho dinero... Se han apostado diez dólares a que no se conseguía y se ha perdido. En la intimidad del despacho, el perdedor que ya ha recibido la nota para el próximo Nobel, llora de rabia, siempre apuesta por lo peor, malos genes que tiene.

martes, 2 de octubre de 2012



Plot3D[Exp[-3*((0.5+x)^2+y^2/2)]+Exp[-x^2-y^2/2]*Cos[4*x],{x,-5,5},{y,-5,5}]
Esto es un saludo matemático en inglés, HI.
Bien... parece una tontería pero no lo es; quizás sea una de las gracias de las mates que siempre nos parecen de otro mundo y resultan bellas aun sin entender nada.
No salí de casa preparada, siempre pensando en lo poco afortunada de mollera que era para poder llegar a conclusiones como esta, un saludo, una regla o una de esas cosas que hacen los matemáticos y que cambian el mundo.
La vida es un poco como las mates, todos sabemos cosas sencillas, básicas para movernos en el circulo que vivimos y las complejas... ah! las complejas, amigo, se dejan ocultas en lugares a los que ni siquiera queremos acceder. Me gustan los trucos de esta asignatura que siempre me pareció un poco mágica, esotérica y sectaria. Qué bien empieza con la fe de que los números dirán siempre la verdad y luego nos demuestran que pueden ser hasta primos, como todos, con su retorcida complejidad y su encantadora presencia.
Me gustaría saber más, poder despejar todas las incógnitas que se me presentan, que son muchas y dispares.
Aquí, en este mundo todo tiene nombres exquisitos: "La Identidad de Euler" o el señor Gauss con su célebre: "ley de reciprocidad cuadrática" y la no menos famosa "Campana de Gauss" esa que algunos metimos en nuestra esencia para darnos cuenta de que el viejo dicho: Todo lo que sube baja, estaba más que acertado. Y en esas miramos la vida como esperando la maldición divina de los siete años, plaga va, plaga viene, que no se diga no somos ecuánimes. 

lunes, 1 de octubre de 2012


Bienvenido Otubre! Y lo dejo así sin la ce, que es legal de la RAE, en modo poco culto, que andamos dolientes, medio amargados y entramos en el mes soso por excelencia. Ya imagino que para los cumpleañeros esto no es muy gracioso, que no se me enfaden, si digo soso no es por dar más leña a la amargura general, es solo porque si yo fuese un octubre cualquiera me mosquearía. Un mes que lo pillan los gregorianos para el calendario sin romperse mucho la cabeza, que era el ocho en el romano y no querían andar pensando mucho. Este es el mes del recuerdo a peor, sí, sí, que ya llega el mal tiempo y uno aun tiene fresco la calidez del verano, que este año se me hizo corto, sin ganas, sin enterarme, menos mal que no hacía frio porque bien hubiese podido ser octubre todo el tiempo, he dormitado en siestas largas y sudorosas, me he levantado tarde y no he pisado un mar ¿qué más se puede pedir a un verano? Ni siquiera lo recuerdo como uno de los veranos más calurosos, por mucho que en la tele nos quieran convencer de otra cosa. Y es que me temo que no solo hay problemas económicos; no sé si por o a causa pero también el entusiasmo ha entrado en crisis, ni los anuncios me han incitado a buscar nada que me caracterice, que diga que tengo chispa o cualquier otra cosa similar para parecer festiva. Hemos aguantado fuegos como nunca y la visión se ha llenado de humos que no me gustan. Llega otoño y no nos entran ganas de prepararnos para el frío, ni para esas lluvias que no perdonan y parece que digan que si el gobierno es malo, ellas pueden ser mucho peor. Seguro que este año nieva tanto que maldeciremos el blanco, que es cosa normal lo del perro viejo al que le crecen los enanos, a lo mejor no es así el dicho, pero esto es otoño y nunca sabes que ponerte.
Este mes tiene un puente y como es costumbre el que pueda se lo apropiará, se sentirá culpable porque millones no pueden adueñarse ni de las basuras, o sentirá que no es tan currelachino como sus jefes quisieran. ¿Qué vamos a celebrar? ¿La Hispanidad, la Raza? Vaya tontuna a estas alturas. Le pondrán una medalla a La Pilarica y harán un desfile pobre, que estos nunca quieren aparentar, como si viviesen en una sempiterna guerra fría, o les diese vergüenza sacar todos los cuatro tanques que tenemos. Será un paseo militar que no mostrará nada, que la guerra ya la perdimos ¿no parece que ganaron los alemanes y que con esos recortes se tapa un estado de posguerra? Me parece que le andamos manteniendo el nombre a las cosas solo por miedo, pero ya los muchachos andan aprendiendo alemán y se mentalizan de que es mejor así. Nos ponen cartillas… ellos dicen que son de sanidad, pero lo único que veo es que son documentos que están renovando la identificación de las personas, nos catalogan y ni enterarnos. Hay rebeliones que se aplacan, pero poco, porque los que pierden la guerra no tienen derechos y da lo mismo que pataleen como que se aguanten, todos pasaremos por el aro. Hemos perdido dignidad y no la hemos de recuperar con un pase militar que ya ni a las madres emociona. Tengo claro que esta guerra la perdimos hace tiempo, jugamos mal porque nos dijeron que no teníamos cartas, que lo que parecía un país en toda regla era solo una ilusión y en estas nos sacaban los cuartos. Ganaron los bancos, que no dejaron de cobrar hasta el último minuto y encima se quedaron con nuestras casas; todo esto a posta, a sabiendas, sin el más mínimo decoro.
Si me dejasen el día del desfile cambiaria los desfilantes, no veríamos pasar a la soldadesca, no. Un paseíllo con tendencias taurinas; primero el rey y toda esa familia que son tan campechanos, ellos tirando de la cabra, por eso, por campechanos; luego la riada de presidentes seguidos por todos los cargos que ponen y quitan en cada legislatura, los imputados que vayan de marrón, para que resalte el color de la tierra en la que fueron o serán enterrados, que para nada les va bien un traje a rayas, no lo usaran nunca. Detrás de estos los medios de comunicación que será del todo bonito verlos marchar haciendo cabriolas, juegos con las hileras, cambiando de fila, avanzando o retrocediendo, dibujando esquemas y que lleven ellos las banderas como si fuesen pancartas con los titulares. A estas ya la marcha se hizo larga y pesada, pero poco vistosa, llenémosla de toda esa gente que piensa que esto va bien, agreguemos a los que piden un cambio a través de los dioses, incluso podemos dejar espacio para esos buenos representantes de los distintos grupos que por un lado u otro intentan dominar al personal. Qué acudan los contentos, los que ven que el esfuerzo realizado ha dado frutos, esos que piensan que todos los trenes son el AVE. Y para finalizar la marcha nada mejor que los nacionalistas, sin ofender eh! Solo porque ellos verán a dios si lo consiguen, que es lo que escucho a diario y bien está que una grandeza de estas, el desfile, se termine con gentes de gran espíritu nacional.
Ya lo estoy imaginado, miles de personas disfrutando de una mañana soleada, triste, pero con ilusión, que somos raza a parte, ya se están encargando los del euro en dejarlo bien claro.
Me voy a poner unos pantalones que me está entrando frío por entre las piernas y esto es como las votaciones, si no te cubres, luego no te quejes.