Buenos y felices días, tengan mis fieles amigos.
Buenos, mis ojos, que hoy han empezado en el mundo de una
manera entusiasta.
Verdaderamente el cielo no tenía buena pinta, no la tiene,
esta con un tono negro deslucido, o sea, gris aguas y ¡claro! da la sensación
de que el día puede acabar con la humedad convertida en gotas de agua. Al final
entre los soles y las aguas, esto va a parecer un mundo tropical sin necesidad
de acudir a un parque de esos.
Hablaba de mi vista, que hoy miraba al mundo como si de un
programa de estrellas, las terrenales, se tratase. Salgo rezongando por las
dudas entre coger un algo para el fresquillo matutino o una gabardina y lo
primero que veo es al barrendero que... oh! es clavaito al Fari! Además con mi
cara de sorpresa le saludo y me ha sonreído; siempre imaginé a este hombre muy
simpático.
Luego en el lugar ese donde no se tiene vergüenza he
atisbado a una jovencita con un cuerpo muy bien desarrollado, que me recordaba
mucho a una de las sirenas que componían el coro acuático de la gran Esther
Willians. Reina de las piscinas a la que emulo cuando puedo.
Ya terminada la operación agua clorada, estaba esperando
fuera a que llegase mi acompañante y en esas que me veo al mismísimo Keanu
Reeves, con barbita de tres días, vestido con un pantaloncito de esos
ajustados... y se ha puesto a correr... no, no era por mí, que lo hacía
rodeando la campa de fútbol, un lugar donde solo hay una salida... y no era yo,
precisamente, aunque me ha tenido embobada por el sonriente saludo que me ha
lanzado, que ahora que lo pienso, me da que solo ha respondido a una loca con
los pelos mojaus y alucinando por la buena opción que me ha dado hoy la mirada.
No ha terminado la cosa, a la vuelta a casa, he creído
reconocer un músico, a Steven Spielberg y a uno que se parece a Rubalcaba, que
no es el hombre artista, pero ya me saluda como si me conociese, que todas las
veces que me cruzo con él hago lo propio, por si acaso... que puedo tener la
mirada tonta, pero la cordura sigue en su sitio, y sé que de llegar estos al
gobierno, no ha de cambiar mucho la cosa, levantaran la alfombra para meter
dentro la basura que se encuentren, esa que tapa todas las basuras y que me lleva
a pensar que es donde los desgraciados sufridores nos posamos; así que saludo
por si le llega al otro y tiene pudor.
Si digo esto, me retengo... lo digo... al aparcar, a pasado
por mi lado... el mismísimo, el genuino, el autentico... Rin Tin Tin... ¡Ya!,
me diréis que no puede ser, que se murió, pero estoy segura que el Elvis que lo
llevaba de la correa, opina igual que yo.
Y para que la cosa no decaiga, este clip de un niño que me
da se va a parecer mucho al Hendrix, al Jimi.
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